El Congreso ha conseguido aprobar la ayuda para Israel y Ucrania, después de meses de bloqueo. La propuesta presentada por el presidente de la Cámara de los Representantes, Mike Johnson, ha salido adelante. Ahora solo queda que el paquete de 95.000 millones de dólares se vote en el Senado y lo firme el presidente Joe Biden. El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Charles E. Schumer, dijo que la cámara alta podría realizar la primera votación el martes por la tarde, según el Washington Post, mientras que Biden ya ha mostrado su apoyo a la medida.

Cuando se ha sabido que el paquete para Ucrania ha conseguido salir adelante, la cámara ha empezado a aplaudir mientras algunos congresistas coreaban “Ucrania, Ucrania”. Ha sido necesario llamar al orden para poder continuar con la votación de la ayuda a Israel, la cual se ha reservado para el final para asegurar que los republicanos apoyarían el paquete para Kiev. Si hubiera sido en el orden inverso, primero Israel y después Ucrania, se corría el riesgo de que, una vez aprobada la ayuda para Tel Aviv, los republicanos retiraran su apoyo y dejaran solos a los demócratas con Ucrania.

La ayuda para Ucrania ha recibido 311 votos a favor y 112 en contra, con la mayoría de los republicanos votando en contra -los 112-. En cambio, el paquete para Israel ha tenido 366 votos a favor contra 58, mientras que el de Taiwán ha conseguido 385 votos a favor y 34 en contra. Por otro lado, el proyecto para reforzar la seguridad nacional (que puede propiciar el veto a TikTok) ha tenido 360 votos a favor y 58 en contra.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha mostrado su agradecimiento a los congresistas, y en especial a Johnson. “La democracia y la libertad siempre tendrán una importancia global y nunca fallarán mientras América ayuda a protegerlas. La vital ayuda de EEUU que se ha aprobado hoy en el Congreso evitará que la guerra se expanda, salvará miles y miles de vidas y ayudará a nuestras naciones a fortalecerse”, ha dicho Zelenski en la red social X (antes Twitter).

El ataque de Irán contra Israel del pasado sábado espoleó al speaker para que sometiera a votación la ayuda que el Senado ya había aprobado el pasado mes de febrero. Aunque realmente, lo que se ha votado hoy en la cámara legislativa es una copia. En un intento para sortear, no una, sino dos coaliciones contrarias a enviar más dinero y armas a Ucrania e Israel, Johnson ha replicado el paquete original del Senado, pero lo ha presentado en tres proyectos de ley diferentes: uno para Israel valorado en más de 26.000 millones de dólares, otro para Ucrania de 61.000 millones y otro de 8.000 millones para los aliados del Indo-Pacífico, como Taiwán. Además, el speaker ha añadido un cuarto paquete adicional para reforzar la seguridad nacional que incluye un potencial veto para TikTok. 

El paquete de Israel, que en el texto original del Senado solo tenía previsto 14.000 millones de dólares, se ha agrandado debido a la necesidad de apoyar el país para que pueda defenderse ante los ataques de Irán y sus proxies. Así pues, en total se enviarán más de 26.000 millones al estado hebreo. Del total, 17.000 millones se destinarán a armas ofensivas y defensivas, mientras que también se han añadido 9.000 millones de dólares para enviar ayuda humanitaria a Gaza. 

Los 17.000 millones para financiar la guerra de Tel Aviv se reparten en 4.000 millones para la Cúpula de Hierro y el sistema de defensa de mísiles y 1.200 millones de dólares para el Rayo de Hierro (Iron Beam) que sirve para abatir cohetes de corto alcance. Otros 4.400 millones de dólares estarán destinados a reponer artículos y servicios de defensa que ya se dieron a Israel y 3.500 millones serán para conseguir armas y otros artículos.

Aparte del sector republicano más afín a Trump que se ha dedicado todo este tiempo a dinamitar la aprobación de la ayuda para Ucrania, este sábado se han vuelto a hacer visibles las críticas del ala demócrata que se muestra contraria a seguir armando a Tel Aviv mientras siga con la brutal ofensiva contra Gaza, la cual ya se ha cobrado más de 34.000 vidas. “Netanyahu ha utilizado armas americanas para matar indiscriminadamente y forzar el hambre sobre miles de inocentes”, ha afirmado demócrata Joaquín Castro durante el debate previo a la votación: “¿Vamos a participar en esa carnicería? Yo digo que no”.

El desbloqueo de los 61.000 millones de dólares para Ucrania llega justo cuando empieza a escasear la munición defensiva para proteger las ciudades. En el ataque ruso contra la central eléctrica de Trypilska de este martes, el presidente Volodímir Zelenski dijo en la PBS NewsHour que no pudieron frenar todos los proyectiles porque “nos quedamos sin mísiles”. Rusia disparó 11 mísiles, pero las fuerzas ucranianas solo pudieron abatir los siete primeros. 

Para calmar la ira de los sectores más conservadores de los republicanos, el proyecto aprobado específica que una parte de estos 60.000 millones de dólares para Ucrania se entregará mediante préstamos. Esta condición no estaba en el texto inicial aprobado por el Senado. 

El paquete prevé 23.000 millones de dólares para reponer armas, arsenales e instalaciones norteamericanas, así como más de 11.000 millones de dólares para financiar operaciones estadounidenses en la región. Los 14.000 millones restantes tienen que servir para que Ucrania pueda comprar sistemas de armas avanzados y otros equipos de defensa. Cuando el viernes la Cámara de los Representantes votó a favor para que este sábado se votaran las ayudas, el Pentágono avisó que ya estaban listo para enviar “rápidamente” los suministros que Ucrania necesita. El general Pat Ryder, evitó dar por hecho que el proyecto se iba a aprobar y aclaró que el Pentágono está “centrado” en poder conseguir la ayuda que necesita Kíev, tanto a corto como a largo plazo. 

El apoyo de Estados Unidos es clave para que la resistencia ucraniana pueda seguir adelante. Recientemente, Zelenski ya reconoció que sin la ayuda de Washington no podrían ganar la guerra. El último paquete que pudo enviar el Pentágono fue una ayuda extraordinaria de 300 millones de dólares que sacaron de los “ahorros” que tenían.

El tercer paquete de más de 8.000 millones de dólares para contener las acciones de China en el Indo-Pacífico, incluye 3.300 millones para desarrollar infraestructuras para submarinos, 2.000 millones en financiamiento militar para Taiwán y otros aliados, y 1.900 millones para reponer artículos y servicios de defensa proporcionados a Taiwán. 

Por toro lado el proyecto de ley para reforzar la seguridad nacional podría comportar una posible prohibición de TikTok a nivel nacional. El pasado mes de marzo la Cámara de Representantes ya aprobó una norma que obligaría al propietario chino de la red social a venderla si quiere evitar que sea vetada a nivel nacional. Mientras que los defensores de esta prohibición argumentan que TikTok pone en peligro la privacidad de los datos de los ciudadanos norteamericanos, sus detractores (y la misma compañía china) consideran que la ley podría violar algunos derechos constitucionales de la población. 

La jugada de Johnson también es arriesgada a nivel personal, ya que ha despertado la ira del ala ultraconservadora de su partido, agrupada bajo el grupo del Congreso Freedom Caucus. La republicana Marjorie Taylor Greene anunció esté martes que presentará una moción de censura contra el speaker en los próximos días. Greene es una de las grandes aliadas del expresidente Donald Trump dentro de la Cámara de los Representantes. 

De momento, el congresista Thomas Massie dijo que también iba a sumarse a la moción de Green. De salir adelante esta moción, Johnson correría la misma suerte que su predecesor Kevin McCarthy, quien fue destituido del cargo por el boicot del sector republicano más radical. Al conocerse la intención de los dos congresistas, el speaker salió a defenderse diciendo que se trata de una amenaza “absurda”.

“No voy a dimitir”, dijo Johnson el martes a los periodistas. “Y, en mi opinión, es una noción absurda que alguien presente una moción de anulación cuando simplemente estamos aquí tratando de hacer nuestro trabajo”.