El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este viernes que descartó levantar las sanciones a Irán para reunirse durante la Asamblea General de las Naciones Unidas con el mandatario iraní, Hasan Rohaní, tal como había insinuado en semanas anteriores.
"Irán quería que levantara las sanciones impuestas a ellos para reunirnos. Dije, por supuesto, ¡NO!", señaló Trump en su cuenta de Twitter.
El presidente estadounidense hizo esta declaración un día después de que el Pentágono anunciara que enviará 200 efectivos de refuerzo, además de una batería antimisiles y radares a Arabia Saudí, en medio de la escalada de tensión con Irán por el ataque a refinerías saudíes de hace dos semanas.
El pasado 20 de septiembre, el Gobierno de Trump ya golpeó a Irán con sanciones el banco central iraní, en un intento por asfixiar económicamente a Irán, además de aprobar el envío de tropas a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (UAE) en respuesta a ese ataque, que Riad atribuye a Teherán.
El castigo de las sanciones es la tónica desde el año pasado, cuando EE.UU. se retiró del acuerdo nuclear de 2015 firmado con Irán y otras cinco potencias.
Las sanciones fueron impuestas entonces en dos rondas -en agosto y noviembre de 2018- y afectan a un amplio número de sectores económicos, incluido el petrolero y el bancario.
Rohaní desestimó este miércoles sentarse a hablar con Estados Unidos mientras no retire sus sanciones e insistió en que Irán no negociará con "un enemigo que busca que Irán se doblegue utilizando armas de pobreza y presión".
"Quisiera anunciar que nuestra respuesta a cualquier negociación bajo sanciones es negativa", señaló el líder iraní en su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
Tras los ataques a las refinerías saudíes del pasado 14 de septiembre, que, según Riad, estuvieron coordinados por Irán, el Ejecutivo de Trump anunció más sanciones contra el Gobierno iraní, aunque aseguró que quiere evitar entrar en guerra.
El propio Trump exigió esta semana ante la ONU que el mundo tiene el "deber de actuar" contra los "ataques violentos" de Irán a las refinerías saudíes, aunque subrayó al mismo tiempo que EE.UU. "nunca ha creído en los enemigos permanentes" y no quiere cerrar la puerta a la diplomacia.
La realidad es que, en las últimas semanas, Trump había dejado clara su voluntad de reunirse esta semana en Nueva York con el líder iraní, pero después de los ataques a las refinerías saudíes, señaló que prefería no encontrarse con Rohaní, que había rechazado esa cita.