2030 es la fecha que se ha marcado Ucrania como objetivo para ser parte de la UE. En plena guerra por la invasión rusa, los 27 han abierto sus puertas a Ucrania en tiempo récord. Y este martes ha habido un nuevo hito en el camino con la celebración de una conferencia en la que formalmente se han abierto las negociaciones de adhesión. Lo mismo ha sucedido en el caso de Moldavia, que lleva un camino paralelo. Esa fue la orden que dieron los líderes de los 27 en diciembre, cuando decidieron iniciar las negociaciones una vez que Kiev cumpliera una serie de requisitos.
El día ha sido hoy. Y no es casualidad. Queda menos de una semana para que Hungría se haga con las riendas de la presidencia del Consejo de la UE, un puesto que le da la potestad de organizar la actividad de la institución en la que están representados los gobiernos. Y Viktor Orbán lleva meses boicoteando y torpeadeando todo lo que tiene que ver con Ucrania bajo la premisa fundamental de que quiere negociar un alto el fuego con Vladímir Putin. El resto de socios europeos consideran que no se dan las circunstancias y que es Volodímir Zelenski el que debe marcar los tiempos.
Para Hungría ha tenido una mención la viceprimera ministra ucraniana que ha participado en el acto, Olga Stefanishina, al reafirmar su compromiso con la protección de la minoría húngara en Ucrania. Esa situación era uno de los argumentos que usaba Orbán para bloquear la apertura de las negociaciones con Ucrania. De hecho, permitió que se diera el paso saliendo de la sala en la que estaban reunidos los líderes de los 27. Todas las decisiones que tienen que ver con la ampliación y con la política exterior se toman por unanimidad.
La ministra de Exteriores belga, Hadja Lahbib, a quien corresponde la presidencia semestral del Consejo de la UE, ha asegurado que la relación de Ucrania con la UE se remonta a hace varios años cuando se selló el acuerdo de asociación y ha recordado que desde la invasión rusa la UE ha apoyado al país con ayuda financiera valorada en 100.000 millones de euros.
“Las negociaciones de adhesión que iniciamos hoy serán rigurosas y exigentes. Con determinación y compromiso, confiamos en en su capacidad para llevarlas a buen término. Les apoyaremos en sus esfuerzos y esperamos darles la bienvenida como miembros de pleno derecho de la Unión Europea”, ha dicho Lahbib.
Tanto la ministra belga, como el comisario de Ampliación, el húngaro Oliver Varhelyi, han asegurado que el “proceso de ampliación es una inversión geoestratégica en paz, seguridad, estabilidad y prosperidad” para las dos partes.
Por su parte, la viceprimera ministra ucraniana, que en su discurso ha recordado las manifestaciones prointegración en la UE denominada 'revolución dle Maidán' que se produjeron en el país entre 2013 y 2014, se ha comprometido a llevar a cabo todas las exigencias que le impone el club comunitario antes de sumarse. “Seremos capaces de completar todo antes de 2030. Puedo asegurar que Ucrania es muy capaz de cumplir de forma rápida”, le ha dicho a los periodistas. En la UE tienen esa fecha como meta, pero nadie garantizar que sea posible.