(Foto cortesía Diario Digital RD)
(Londres TV) Ante la dimisión del Gobernador de Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, por el llamado escándalo del Chat, en el cual Ricardo Rosselló se mofa de políticos, artistas y representantes sociales, la isla ha estallado de júbilo y hasta hay quienes extrapolan el hecho a Venezuela y al gobierno de Maduro.
En Puerto Rico bastaron 11 días de protestas masivas, catalogadas como las más grandes e históricas de la isla, para que Roselló renunciara al cargo. Lo que no se puede decir de Venezuela, país que lleva años sumido en una crisis económica, política y social, que deja en pañales a lo que ocurrió en Puerto Rico, y donde ha habido protestas con millones de personas en las calles, cientos de muertos, miles de heridos y decenas de arrestos de disidentes llamados por el gobierno chavista como contrarrevolucionarios.
Como se recordará, en Puerto Rico la polémica estalló luego de filtrarse un chat en el cual Roselló se burlaba y denigraba de un cúmulo de gente que está arraigada en el colectivo puertorriqueño, y que se revirtió en contra del ahora ex gobernador.
Ese colectivo puertorriqueño se sintió aludida y lo señaló de misógino, homófobo y machista. El chat en cuestión, aunado a la mala gestión y la corrupción, todo junto y repetido hizo que Roselló aceptara públicamente que se había equivocado y pidió perdón a los puertorriqueños a través de una rueda de prensa, aunque aseguró que como no había hecho nada que fuera ilegal, no renunciaría.
Dicho esto, el pueblo se soltó a las calles, avenidas, plazas y parques de San Juan y las principales ciudades puertorriqueñas para decirle a Roselló que debía irse y cuanto antes.
Once días, y luego de algunas escaramuzas donde se contabilizaron cuatro heridos y casos de asfixia leve por las bombas lacrimógenas, bastaron para que el gobernador en cadena nacional y en un mensaje grabado se dirigiera a los ciudadanos en un cortísima alocución. “Con desprendimiento, hoy les anuncio que estaré renunciando al puesto de gobernador, efectivo el viernes 2 de agosto de 2019, a las 5 de la tarde…espero que esta decisión sirva como un llamado a la reconciliación ciudadana”.
La algarabía y el estallido de alegría no se hizo esperar y recorrió las calles de la toda la isla. Y una vez más el pueblo puertorriqueño volvió a sonreír. Los puertorriqueños se preguntan si el pueblo venezolano podrá sentir lo mismo o deberá seguir esperando a que la sonrisa llegue a sus rostros.
(Jueves 25 de julio de 2019)