La líder ultraderechista francesa, Marine Le Pen, lamentó la derrota de su partido en las legislativas de este domingo, pero se aferró a que han duplicado sus apoyos por lo que consideró que “pone los cimientos de la victoria futura”.
“Esto es una victoria en diferido”, aseguró Le Pen, que no pidió la dimisión del presidente, Emmanuel Macron, pese a lo que consideró un “fracaso” del jefe del Estado.
La líder de la extrema derecha destacó la progresión de su partido “pese a tener a todos en contra, incluida a la prensa, que ha tomado partido en esta campaña”.
Descontando las alianzas, aseguró que su partido, la Agrupación Nacional (RN), es “el primero de Francia” y señaló que en “decenas de circunscripciones” se quedaron a uno o dos puntos de la victoria, lo que le permitió augurar que el triunfo de la extrema derecha “llegará” en futuras legislativas.
“La marea sube, no lo suficiente esta vez, pero sigue subiendo. Es una victoria en diferido”, aseguró.
Le Pen reconoció que la decisión de Macron de retirarse de numerosas circunscripciones para evitar la elección de los candidatos ultraderechistas “ha funcionado más allá de sus esperanzas”, pero han desembocado “en una situación insostenible” con “la extrema izquierda a as puertas del poder”.
“Sin todos esos abandonos, el RN habría llegado ampliamente en cabeza”, dijo.
“¿Qué va a hacer ahora? ¿Nombrar a Mélenchon primer ministro?”, se preguntó Le Pen, que acusó al presidente de haber provocado que se elija a una Asamblea Nacional que no tendrá en cuenta las necesidades de los franceses “que piden menos inmigración, más seguridad y más poder adquisitivo”.
Jordan Bardella, candidato a primer ministro por la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que va tercera en las proyecciones de las elecciones francesas, acusó este domingo al presidente francés, Emmanuel Macron, de dejar al país “en los brazos de la extrema izquierda de (Jean Luc) Mélenchon”.
“La alianza del deshonor tejida por Macron y (el todavía primer ministro, Gabriel) Attal y sus arreglos electorales con la extrema izquierda han privado a los franceses del enderezamiento político que los franceses habían escogido” en la primera vuelta, lamentó Bardella, al que los sondeos daban como el primer ministro más probable.
Bardella, de 28 años, achacó la inesperada derrota del RN a “la desinformación” y a “las caricaturas” que los medios han hecho de su partido, que había ganado claramente la primera vuelta del 30 de junio, con el 33,3 %, y que había vencido en las europeas del 9 de junio con un resultado semejante.
El joven candidato, quien fue recibido a los gritos de “Jordan, Jordan” por decenas de militantes, dejó claro que, en una Asamblea Nacional fragmentada con una leve ventaja de la izquierda, el RN “estará contra la ecología punitiva y la confiscación de la soberanía nacional”.
“No entraremos en ningún acuerdo de fachada”, aseveró Bardella, dando a entender que seguirán en la oposición. El presidente del RN, no obstante, destacó que, “a pesar de la alianza contra natura”, su partido “registra el mayor crecimiento” electoral de su historia.