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El Gobierno laborista de Starmer anuncia leyes para nacionalizar los trenes y facilitar la construcción de viviendas

El Gobierno laborista de Starmer anuncia leyes para nacionalizar los trenes y facilitar la construcción de viviendas

El Gobierno de Keir Starmer presenta este miércoles sus planes legislativos para renacionalizar los trenes, crear una compañía pública para invertir en energías renovables y fomentar la construcción de viviendas. Es el primer plan de un Gobierno laborista en 15 años en un país deteriorado, marcado por los recortes públicos y los efectos del Brexit. 

“La labor de la renovación nacional no será fácil, y este es sólo un depósito de nuestros planes para los próximos cinco años”, dice Starmer, que ya ha anunciado algunas de las propuestas que se presentan de manera formal en una jornada parlamentaria con mucha pompa.

 

El rey Carlos III leerá este mediodía una lista de más de 35 proyectos de ley que el Gobierno laborista quiere aprobar en la sesión parlamentaria que se acaba de inaugurar y en la que el partido de Starmer tiene una mayoría absoluta inédita en décadas tras las elecciones del 4 de julio. Es un discurso escrito por el nuevo Gobierno, pero lo sigue haciendo el monarca después de un par de horas de ceremonia que incluye un paseo en carroza, el “secuestro” de una diputada en el Palacio de Buckingham por si a los parlamentarios se les ocurre retener al rey y tres golpes en la puerta cerrada de la Cámara de los Lores. 

Los trenes

El Estado asumirá la gestión de las decrépitas líneas ferroviarias cuando terminen los contratos de los operadores privados de cada ruta o cuando no cumplan con el mínimo del servicio esperado, como ya ha sucedido en varios casos durante los gobiernos conservadores. En la actualidad, los servicios son privados, pero reciben subsidios públicos para cubrir gran parte de sus operaciones y a la vez tienen a menudo el monopolio por rutas por lo que los usuarios no se benefician de los efectos de la competencia en precio o servicio. 

El nuevo Gobierno también creará una nueva agencia, Great British Railways, centrada en coordinar la red ahora muy fragmentada y desplegar un nuevo sistema de precios más sencillo y con más descuentos. 

Los trenes decrépitos, masificados y plagados de retrasos y cancelaciones mantienen precios prohibitivos pese a los límites impuestos por los gobiernos conservadores al coste de los billetes a cambio de más ayudas. De hecho, los gobiernos de Boris Johnson y Rishi Sunak ya habían empezado el proceso de renacionalización de varias rutas. 

Tomar el control de los servicios de trenes no resolverá por sí solo el problema, que también tiene que ver con el estado de las infraestructuras.

“Como usuario, recibes una relación calidad-precio muy pobre en el Reino Unido”, explica a elDiario.es Tim Schwanen, profesor de Geografía Urbana y director de la unidad del Transporte de la Universidad de Oxford.

El profesor confía en que el enfoque del nuevo Gobierno “se centre más en la prestación de servicios y las necesidades de los pasajeros”. Pero lo que venga después para reconstruir infraestructuras y servicios depende del dinero que se pueda invertir. “Se necesita hacer una gran inversión además de tomar el control. Se necesitarán inversiones en todas partes. No sucederá de la noche a la mañana ni quizás en el corto plazo. Pero organizar un sector de manera diferente y evitar que el dinero se filtre porque debe ir a los accionistas es un punto de partida”, explica el profesor.

Vivienda

El Partido Laborista prometió en campaña promover la construcción de un millón y medio de viviendas en los próximos cinco años, un objetivo ambicioso que hasta ahora ningún gobierno ha logrado. 

Starmer pretende hacerlo simplificando las reglas para la construcción y dando más poder a los ayuntamientos y autoridades regionales para que levanten límites de obras en zonas clasificadas como “cinturón verde”, áreas que han resistido a la urbanización y que, en parte, incluyen campos, fincas y bosques. 

Los gobiernos locales volverán a tener objetivos obligatorios de vivienda, convertidos en meras recomendaciones en 2022 por el Gobierno conservador. 

En todo caso, la construcción de nuevas viviendas se topa con obstáculos especialmente pronunciados ahora en el país, como la escasez de materiales, el aumento de precios y la falta de mano de obra tras la salida del Reino Unido de la UE. 

GB Energy

Tal y como prometió en campaña, Starmer creará una empresa pública con sede en Escocia para invertir en proyectos de energías renovables e innovación en este campo. Se trata de una de las ideas más populares entre votantes de todo el espectro ideológico, según la encuestadora More in Common. 

La creación de Great British Energy puede ser un ejemplo del tipo de intervención del Estado que los ciudadanos están dispuestos a apoyar. La popularidad del proyecto también refleja un grado significativo de consenso de la población sobre algunas medidas para luchar contra el cambio climático.

“Al laborismo le va mejor cuando vende ideas radicales como ideas aburridas que cuando vende ideas radicales como ideas radicales”, comentaba en una charla hace unos días Rob Ford, académico especialista en opinión pública de la Universidad de Manchester y autor del libro Brexitland sobre la salida del Reino Unido de la UE. “Uno de los éxitos en su mensaje sobre esta idea ha sido hacer que suene muy segura y aceptable para votantes moderados a los que no les importa tanto el clima”. 

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