Las tropas israelíes se han retirado este viernes de la ciudad y del campo de refugiados de Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada, tras diez días de operación en los que han matado a, al menos, 21 personas, entre ellas niños y ancianos, y han dejado decenas de heridos, según informa la agencia de noticias palestina, Wafa.

El Ejército israelí ha anunciado los resultados de su “operación antiterrorista” lanzada el pasado 28 de agosto en Yenín, por lo que se deduce que continúa operando en las localidades norteñas de Tulkarem y Tubas, donde también ha estado operando en los pasados diez días. En las tres zonas ha matado a 40 personas en total, según el recuento de Wafa. En un comunicado, ha informado de que ha “eliminado a 14 terroristas”, incluido el jefe del grupo islamista Hamás en Yenín, Wassem Hazem; además, ha detenido a 30 sospechosos y ha confiscado una “gran cantidad de armas”.

En Yenín, numerosas calles, casas, comercios e infraestructuras eléctricas han sido destruidas, mientras ahora los habitantes tienen miedo del regreso de las tropas, según indican hoy a Wafa. Más 70% de las calles han quedado arrasadas tras el paso de los blindados israelíes, según la municipalidad.

Esta incursión se ha convertido en una de las más largas de la historia del Ejército israelí tras prolongarse diez días consecutivos. Las fuerzas israelíes irrumpieron de forma simultánea con tropas, tanques y excavadoras en Yenín, Tulkarem y Tubas, “con el objetivo de desmantelar las redes terroristas de Hamás y de la Yihad Islámica”. En sus operaciones han empleado drones y aviones de combate, y han tenido como objetivo sobre todo los campos de refugiados de esas localidades –barriadas donde las nuevas generaciones se ven abocadas a la resistencia armada por la falta de oportunidades y la ocupación–.

Periodistas y fotógrafos han denunciado ataques por parte de las tropas israelíes mientras han estado cubriendo la incursión israelí en este territorio palestino ocupado. Uno de ellos, el fotógrafo Muhamad Mansour, de la agencia de noticias palestina, Wafa, resultó herido de bala este pasado martes, según la propia agencia, después de que las tropas abrieran fuego contra el vehículo en el que se encontraba en el oeste de Yenín.

Esta urbe es un bastión histórico de la resistencia armada palestina en el norte de Cisjordania ocupada. En su campamento de refugiados viven unas 14.000 personas descendientes de palestinos desplazados tras la creación de Israel en 1948 y la mayoría son jóvenes sin empleo.

En los últimos años, una nueva generación de palestinos se han sumado como milicianos a la Brigada Yenín, una amalgama no sofisticada ni muy coordinada que incluye miembros de Hamás, la Yihad Islámica Palestina y los Mártires de Al Aqsa, brazo armado del movimiento nacionalista Al Fatah.

En toda Cisjordania, desde el pasado 7 de octubre que dio inicio la guerra en Gaza y a una mayor represión en el resto de los territorios ocupados, más de 650 palestinos han muerto por fuego israelí, entre ellos 150 menores.