Breton revela que la presidenta de la Comisión Europea reclamó al presidente francés otra propuesta para el gobierno comunitario a cambio de darle a Francia una cartera más relevante
La intención de Von der Leyen de hacer vicepresidente a un ministro de Meloni tensa a socialistas y liberales
Abrupto adiós del comisario de Mercado Interior, Thierry Breton. El actual representante francés en la Comisión Europea y a quien Emmanuel Macron había propuesto de nuevo ha presentado su dimisión con efecto inmediato en una carta remitida a la presidenta, Ursula von der Leyen, en la que revela que la alemana pidió al presidente que designara a otra persona a cambio de una cartera más importante en el nuevo gobierno comunitario.
En la misiva, Breton recuerda que Macron anunció extraoficialmente en la cumbre de líderes de la UE del mes de junio que seguiría siendo comisario otro mandato. Después fue la nominación oficial de Francia, pero en las negociaciones posteriores, Von der Leyen pidió al presidente francés un cambio.
“Pediste a Francia que retirara mi nombre -por razones personales que en ningún caso has discutido directamente conmigo- y ofreciste, como contrapartida política, una cartera más influyente para Francia en el futuro Colegio de Comisarios”, dice Breton con cierto resquemor en esa carta en la que también anuncia que Macron propondrá a Von der Leyen un nuevo nombre y comunica su renuncia inmediata. Breton ha ido por libre en muchas ocasiones y su relación con Von der Leyen no es especialmente fluida. Fue uno de los comisarios, junto con Josep Borrell, que le reprochó la contratación de un dirigente de la CDU para un goloso puesto como enviado especial para las pymes.
La renuncia de Breton, que ha estado al cargo de competencias como la novedosa legislación digital de la UE o del impulso a la industria militar, se produce la víspera de que Von der Leyen anuncie la composición del nuevo Colegio de Comisarios en el que lleva trabajando desde finales de agosto, que fue la fecha que le dio a los líderes de los 27 -a excepción de Alemania, a quien ella representa- para que le hicieran llegar sus propuestas.
Von der Leyen pidió que plantearan dos nombres, el de un hombre y el de una mujer, para lograr la paridad en el Colegio de Comisarios. Se lo reclamó a todos los gobiernos, a excepción de aquellos que quisieran que repitiera un miembro del actual gobierno comunitario, como es el caso de Breton.
La alemana se ha topado con la negativa de todos los gobiernos, excepto el de Bulgaria, a cumplir con su exigencia de que hicieran dos propuestas. Sólo siete estados miembros propusieron, de entrada, nombres de mujeres, entre ellos España con la vicepresidenta Teresa Ribera. Con la negociación posterior, ha conseguido algunos cambios que la han ido acercando a la paridad. “Si no se pide, no se consigue”, dijo recientemente la alemana.
El otro problema con el que se ha topado Von der Leyen es el enfado de socialistas y liberales -los grupos que junto con los populares sustentan su mayoría- por la intención de nombrar a un ministro de Giorgia Meloni vicepresidente de la nueva Comisión Europea, que asumen que Italia nombre un candidato de la cuerda de la primera ministra ultraderechista, pero afean a Von der Leyen que le sitúe en el “corazón” de las políticas europeas.
Todos los comisarios tienen que pasar el examen de la Eurocámara y, después, el gabinete en su conjunto debe lograr su visto bueno. Socialistas y liberales amenazan con tumbar al aspirante italiano, pero el equilibrio es difícil dado que esa jugada puede poner cuesta arriba la designación de candidatos de esos partidos, que también necesitan el apoyo del PPE.