Los jefes de Gobierno europeos reconocen por primera vez que Netanyahu ha violado el derecho internacional, pero no se vislumbran sanciones, como el embargo de armas. "Aquellos países que han sido más vocales en la defensa de Israel empiezan a a tener serias dificultades para defender a Netanyahu", dice Sánchez
Los ataques de Israel a los cascos azules de la ONU desplegados en el Líbano constituyen una “grave violación del derecho internacional, son totalmente inaceptables y deben parar inmediatamente” para los líderes de la UE, pero no son una línea roja suficiente como para tomar medidas contra Benjamín Netanyahu.
“El Consejo Europeo está profundamente alarmado por la dramática escalada militar en Oriente Próximo y por el riesgo que ello representa para toda la región. Hace un llamamiento a todas las partes para que actúen con la máxima moderación, pongan fin inmediatamente a todas las hostilidades y respeten plenamente el Derecho internacional, incluido el Derecho internacional humanitario”, recogen las conclusiones de los líderes de los 27, que se han negociado a varias bandas entre los dirigentes con diferentes sensibilidades respecto a Israel, como Pedro Sánchez y Olaf Scholz.
Igualmente, “reitera el derecho de Israel a defenderse y el compromiso de la Unión Europea con la seguridad de Israel y la estabilidad regional”. “Todas las partes deben respetar el derecho internacional humanitario y debe ponerse fin al peligroso ciclo de ataques y represalias”, agrega el texto pactado, que condena los ataques de Irán.
A pesar de la condena a los ataques a la misión de la ONU, se limita a “deplorar el inaceptable número de víctimas civiles, especialmente mujeres y niños, en Gaza y Cisjordania, así como los catastróficos niveles de hambre y el riesgo inminente de hambruna causados por la insuficiente entrada de ayuda en Gaza”, donde reclama un alto el fuego y apuesta por la llegada de ayuda humanitaria.
Sin embargo, el agravamiento de la situación, con la escalada que ha llegado a Líbano, no conlleva una respuesta en forma de sanciones contra Israel. España e Irlanda son los países que han defendido medidas concretas: la revisión del acuerdo comercial con Israel. Por ahora el asunto ha sido desoído por el resto de socios. No obstante, el alto representante, Josep Borrell, ha forzado un debate sobre el asunto en la que será su última reunión con los ministros de Exteriores de la UE el 18 de noviembre.
Fuentes comunitarias sostienen, no obstante, que “en la sala la actitud de Israel es menos y menos aceptable”. De hecho, uno de los líderes preguntó a sus homólogos hasta “qué punto” iban a llegar para “decir basta”, según esas fuentes.
“Aquellos países que han sido más vocales en la defensa de Israel empiezana a tener serias dificultades para defender las acciones de Netanyahu”, ha dicho Pedro Sánchez, que ha reclamado a sus homólogos que ha reiterado la necesidad de revisar el acuerdo de asociación si se concluye que Israel ha violado el derecho internacional, cuyo cumplimiento es una de las premisas que recoge el pacto entre las dos partes. Un argumento ahora puede ser que los 27 ya han dejado por escrito que los ataques a UNIFIL son una violación de ese derecho internacional.
Otra de las reclamaciones que ha hecho Sánchez es que los países de la UE procedan al embargo de armas a Israel. El canciller alemán, Olaf Scholz, se comprometió recientemente a seguir enviando armamento a ese países, a pesar de que los verdes que forman parte de su gobierno de coalición lo habían rechazado. “Hemos enviado armas y las enviaremos”, afirmó Scholz en el Bundestag.
El otro asunto que Sánchez ha puesto sobre la mesa es el reconomiento del estado de Palestina por parte de los estados miembros que aún no lo han hecho (aproximadamente la mitad, entre ellos Francia, Alemania e Italia). “Sería una manera de constatar que Europa en su conjunto apuesta por la solución de dos estados”, ha rematado Sánchez. En el Gobierno destacan que las conclusiones vuelven a recoger la celebración de una conferencia de paz “lo antes posible”.