(LondresTV) El presidente de Estados Unidos Donald Trump amplió este lunes en la noche muy sustancialmente las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, y con ello oficializando de todas, todas, el bloqueo económico impuesto al país caribeño a extremos similares a los aplicados a Cuba, Corea del Norte e Irán.
Esta nueva medida lo que significa es que ahora, a diferencia de las sanciones individuales que ha venido aplicando la administración Trump a funcionarios del gobierno, civiles y militares, permite la aplicación de las sanciones contra cualquier tipo de individuo o compañía, es decir persona natural o jurídica, que pretenda cualquier tipo de respaldo a la dictadura de Caracas.
Recordemos que Estados Unidos no reconoce, así como 55 países del mundo, al régimen de Venezuela como legítimo y lo califica de fraudulento.
“He determinado que es necesario bloquear las propiedades del gobierno de Venezuela en vista de la continuada usurpación del poder por parte del ilegítimo régimen de Nicolás Maduro”, anunció Trump en una carta pública y abierta dirigida a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunciando la ampliación de las sanciones.
La nota dice que “se prohíbe, salvo que estén expresamente exentas, toda operación o activo perteneciente a cualquier entidad gubernamental de Venezuela, incluyendo organismos estatales como el Banco Central de Venezuela o la estatal Petróleos de Venezuela, así como cualquier individuo o agrupación controladas directa o indirectamente por ellas”.
Estas sanciones se empezaron a aplicar a partir de este martes por todas las autoridades estadounidenses involucradas en este contexto. El Gobierno de Donald Trump ha aplicado sanciones a unos 100 altos cargos del régimen de Maduro de quienes se tienen pistas y en algunos casos pruebas contundentes de hechos de corrupción desmedida, de vínculos con el narcotráfico, de violación de Derechos Humanos y de atentar contra el sistema democrático que había en Venezuela.
Las sanciones más mediáticas y efectivas han sido las aplicadas por el gobierno estadounidense a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la que hasta hace poco era la principal fuente de petrodólares del gobierno. Otras empresas estatales también han sido sancionadas.
Pero, lo que ha hecho este lunes y que se empezará a aplicar desde hoy en Venezuela va mucho más allá y busca crear un cerco contra Venezuela, aislarla, llevar la presión hasta máximos niveles, lo que podría desencadenar en un bloqueo total y absoluto de las operaciones internacionales del Estado Venezolano.
La denominada dictadura de Maduro, señalada así por los numerosos casos de violaciones a los derechos humanos de los cuales se le acusa, el más reciente el Informe suscrito por la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michel Bachelet, acusa a Washington de ser el auspiciador de una guerra económica contra Venezuela y señala que las sanciones son las causante del colapso económico que padece actualmente.
Estados Unidos y 55 países del mundo reconocen como legítimo presidente a Juan Guaidó, actual presidente de la Asamblea Nacional, único bastión que queda fuera del chavismo, y acusa a Maduro de haber apropiado de la presidencia en una supuesta reelección llevados a cabo en unos comicios fraudulentos donde no pudo participar la oposición venezolana, pues los partidos fueron proscritos y sus dirigentes encarcelados o inhabilitados políticamente o ambas cosas.
El gobierno estadounidense fue el primero entre más de 50 países en desconocer en enero la autoridad de Maduro y reconocer al juramentado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, como el legítimo jefe de estado en Venezuela, acusando al gobernante chavista de instaurar una dictadura en el país.
El gobierno ha insistido en un diálogo que solo ha hecho ganar tiempo al régimen y donde no se han visto resultados palpables hasta el momento. Tanto Noruega como Barbados han prestado sus buenos oficios y sus territorios para sentar a los representantes de oposición y gobierno, mientras en la calle la gente come de la basura.
Como resultado de todo este fenómeno y de la terquedad del gobierno de llamar a unas elecciones claras y transparentes, con un nuevo Consejo Nacional Electoral que garantice pulcritud y confianza en las elecciones, la crisis económica, política y social se ha exacerbado a tal magnitud que ya casi 5 millones de venezolanos han abandonado su país, por todos los medios a su alcance, incluyendo caminando.
Los países fronterizos con la que antes fue la economía más pujante y progresista de América Latina, son ahora los puntos hacia donde fluye la ola migratoria más grande de los últimos tiempos en cualquier zona del planeta.
(Martes 6 de agosto de 2019)