Las autoridades federales de Estados Unidos arrestaron el sábado a un destacado activista propalestino, uno de los líderes de las protestas estudiantiles en la Universidad de Columbia (Nueva York) en contra de la guerra de Gaza y de Israel.

Su abogado, Amy Greer, dijo a AP que los agentes actuaban por orden del Departamento de Estado para revocar el visado de estudiante de Khalil. Sin embargo, el abogado señaló que el joven tiene residencia permanente en EEUU. Una portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, confirmó el arresto de Khalil y agregó que se llevó a cabo de acuerdo con “las órdenes ejecutivas del presidente Trump de prohibir el antisemitismo”.

El pasado viernes, la Administración de Donald Trump anunció la cancelación de 400 millones de dólares (unos 369 millones de euros) en subvenciones y contratos federales de la Universidad de Columbia por no haber actuado contra el supuesto “antisemitismo” en el campus. 

La Unión de Estudiantes Trabajadores de Columbia emitió un comunicado el domingo denunciando el arresto de Khalil, un estudiante palestino recién graduado. “Tenía una tarjeta verde [residencia en EEUU] en el momento de su arresto y permanece detenido”, dijo la unión sindical, lamentando que los agentes federales hayan accedido a edificios del campus universitario el viernes y el sábado pasados. Además, en el texto, destaca que la presencia de esos agentes coincide con un nuevo protocolo de la Universidad de Columbia que “revierte el estatus del campus como un santuario” y que permite el acceso de las autoridades federales a los edificios universitarios “sin un mandato”.

Desde el Instituto Knight First Amendment Institute de Columbia, su director ejecutivo, Jameel Jaffer, también denunció lo ocurrido en un comunicado: “Detener y amenazar con deportar a estudiantes por su participación en protestas políticas es el tipo de acción que uno normalmente asocia con los regímenes más represivos del mundo”. “Las universidades deben reconocer que estas acciones plantean una amenaza existencial a la vida académica misma. Deben dejar en claro, mediante acciones, que no se quedarán de brazos cruzados mientras la administración Trump aterroriza a estudiantes y profesores por igual y pisotea los derechos individuales y el estado de derecho”, agregó.