Las defensas antiaéreas rusas han derribado 337 drones sobre el territorio de país, incluida la región de Moscú, en el mayor ataque ucraniano desde el comienzo de la guerra sobre la capital, según el Ministerio de Defensa de Rusia. Según las autoridades regionales, hay un fallecido.

El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, calificó el ataque de anoche como el más masivo registrado contra la capital. “En las proximidades de Moscú fueron derribados 74 drones, y en distintos puntos, cientos de aparatos no tripulados de ataque. Gracias a las fuerzas de la Defensa Antiaérea por su magnifico trabajo”, escribió Sobianin en su canal de Telegram. Andrei Vorobyov, gobernador de la región de Moscú, ha informado de que una persona ha muerto y varias han resultado heridas.

Según el mando militar, del total de drones derribados la pasada noche 126 fueron destruidos sobre la región de Kursk, donde las tropas rusas intentan expulsar a las fuerzas ucranianas que controlan parte de su territorio desde agosto del año pasado. Los demás aparatos no tripulados fueron abatidos sobre las regiones Briansk (38), Bélgorod (25), Riazn (22), Kaluga (10), Lípetsk (8) Oriol (8) Voronezh (6) y Nizhni Nóvgorod (3).

Quedan horas para que se celebre este martes la primera reunión entre representantes de las administraciones de Washington y Kiev en Arabia Saudí. La delegación de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está formada por el secretario de Estado, Marco Rubio; por el consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y por el representante de Trump para Oriente Medio, Steve Witfkoff, que se ocupa también de la cuestión ruso-ucraniana.

Según adelantan varios medios, la delegación ucraniana, integrada entre otros por el jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andrí Yermak y los ministros de Exteriores y Defensa, propondrá un alto el fuego que cubra el Mar Negro y ataques de largo alcance, así como la liberación de prisioneros.