El secretario general de la ONU, António Guterres, instó este viernes a la calma en Irak donde 44 personas han muerto en cuatro días de protestas para pedir mejores servicios básicos.
Guterres "ha llamado al diálogo entre el Gobierno y los manifestantes", aseguró el portavoz del secretario Stephane Dujarric en un comunicado.
Asimismo, Guterres ha pedido que se tomen medidas "inmediatas para reducir la tensión" y ha insistido en que "la libertad de expresión y las protestas pacíficas son un derecho fundamental que debe ser respetado".
Dujarric también aseveró que el secretario general de la ONU está siguiendo de cerca el desarrollo de los acontecimientos y que se encuentra "profundamente entristecido por la pérdida de vidas humanas durante las recientes protestas".
En este sentido, el máximo representante del organismo multilateral "solicitó a todos los actores la máxima contención y que eviten la violencia".
Centenares de personas salieron este viernes a las calles en Irak por cuarto día consecutivo para pedir mejores servicios básicos, pese al toque de queda en vigor en varios puntos del país y al progresivo aumento de las víctimas, que han llegado a 44 muertos y más de 1.650 heridos.
Las protestas en Bagdad se intensificaron por la tarde, después del rezo musulmán de los viernes, cuando al menos dos miembros de las fuerzas de seguridad y dos civiles murieron por disparos de francotiradores no identificados, confirmó el Centro de Información de la Seguridad iraquí.
Las marchas se iniciaron el martes para pedir mejores servicios básicos y contra la corrupción y el desempleo, y la mayoría de las víctimas han muerto en enfrentamientos entre manifestantes y la policía y las tropas.
Los manifestantes salieron este viernes a las calles a pesar del discurso televisado del primer ministro iraquí, Adel Abdelmahdi, pasada la media noche del jueves, en el que llamó a los participantes en las protestas a que mantengan un diálogo con el Ejecutivo y a que vuelva la normalidad al país.