El Partido Socialista liderado por el actual primer ministro, António Costa, ha ganado las elecciones legislativas que se celebran hoy en Portugal, según los sondeos provisionales difundidos al cierre de las urnas y confirman los primeros datos de escrutinio.

En una jornada marcada por la alta abstención, Costa habría obtenido entre el 34 y el 40% de los votos, lo que le daría unos 112 escaños. Con este resultado, Costa vuelve a depender de los apoyos de otros partidos como en la legislatura que ahora termina. Esa falta de mayoría absoluta ha sido celebrada en la sede de formaciones que de nuevo serán clave en el futuro, como el Bloco de Esquerda.

Mientras, el actual líder de la oposición, Rui Rio, del de centro-derecha Partido Social Demócrata (PSD), se movería en una horquilla de entre el 24 y el 31%, lo que supone un mal resultado para las aspiraciones conservadoras.

La baja participación, la peor en la historia de las legislativas portuguesas, da la opetunifad de entrar en el parlamento a nuevas formaciones. El Partido Animalista PAN consigue representación y las encuestas apuntan a la la irrupción de Iniciativa Liberal, Libre y Suficiente.

Estos son los resultados de una de las encuestas difundida por la Radio Televisión de Portugal:

Partidos Socialista : 34-39% (112-114 escaños)PSD : 27-31% (74-82)Bloco de Esquerda : 9-12% (19-23)CDU (PCP / PEV) : 6-8% (9-14)CDS-PP : 3-5% (4-6)PAN : 3-5% (4-6)Iniciativa liberal : 1-2% (2-1)Gratis : 1-2% (1)Suficiente : 1-2% (0 a 1)

De confirmarse la tendencia, los resultados de hoy supondrían una mejora para los socialistas, que en las elecciones de 2015 consiguieron el 32,31 % de los sufragios.

Las elecciones legislativas de las que saldrá el próximo Gobierno concluyeron a las 20.00 hora local (19.00 GMT) con el cierre de los colegios electorales en el archipiélago de las Azores.

Cuatro años después de la formación de un acuerdo sin precedentes entre las formaciones progresistas para dar estabilidad a un gobierno del Partido Socialista, algo que ha sido percibido a menudo como un ejemplo para la izquierda europea, la derecha llega debilitada a los comicios y la batalla se traslada al reparto de las izquierdas.