(Londres TV) La magnitud del incendio que azota a la isla española de Gran Canaria, en las islas Canarias, ha alcanzado ya proporciones de catástrofe, según las autoridades locales.
Las condiciones se dieron junta para que el incendio se diera y se propagara de manera inmediata a tal punto que ya unas 12 mil personas han sido evacuadas de sus hogares por temor a que las llamas arrasen todo a su paso, como ya se ha visto.
El Gobierno canario evacuó unas 12.000 personas de unos 50 núcleos poblacionales. Esta madrugada, lunes 19 de agosto, han sido evacuados los vecinos de los barrios de El Valle y El Risco, de Agaete, y El Carrizal, de Tejeda. A esta cifra habría que sumar parte de la población de Valleseco, municipio de 3.784 habitantes, cuyo casco urbano tuvo que ser desalojado la noche del 18 de agosto. A unas cuarenta personas que permanecen en el casco de Antenara, en la cumbre, se les ha ordenado refugiarse en el centro cultural del pueblo porque en este momento es muy peligroso salir de la localidad debido a la propagación de las llamas.
Con unas temperaturas que superaban los 40 grados centígrados, una humedad de menos de 30% y ráfagas de vientos de hasta 50 kilómetros por hora, hacían predecible que un incendio ocurriera y se propagara con gran rapidez, como en efecto ocurrió.
El enorme incendio podría tardar hasta tres días más en lograr ser controlado por las autoridades bomberiles de Gran Canaria. Este es el tercer fuego en una semana que ha desolado a esa parte de la isla.
Las llamas del incendio de Gran Canaria, de hasta 50 metros, han arrasado más de 6.000 hectáreas y han llegado al Parque Natural de Pinar de Tamadaba, un paraje de alto valor ecológico declarado reserva de la biosfera. El botánico David Bramwell explicó que si el fuego llega al corazón del parque natural la zona tardará en rehabilitarse «doce o trece años».
Ni las aeronaves especialidades en esta clase de desastres naturales ni la Unidad de Emergencias del Ejército español, han logrado controlar el devastador fuego. El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, dijo que “será muy difícil que no llegue al pinar de Tamadaba y eso nos afecta anímicamente. El fuego está fuera de la capacidad de extinción”, aseguró.
Las cifras son tan importantes como la magnitud del incendio. Cerca de una docena de aeronaves luchan por apagar el fuego; tres hidroaviones de defensa: 700 profesionales que se fajan por turnos contra el fuego desde tierra. Y el fuego no cede.
“En la zona afectada por el fuego hay muchos árboles, cuyas copas se están quemando, lo que hace difícil controlarlo. Es un incendio muy virulento, no está contenido, ni mucho menos estabilizado ni controlado y ya ha producido un desastre medioambiental”, ha dicho el presidente de Canarias.
(Lunes 19 de agosto de 2019)