En Estados Unidos, cada vez más Estados y ciudades celebran el "Día de los Pueblos Indígenas" en lugar del "Día de Cristóbal Colón", a medida que se desbarata el mito que retrata a Colón como un descubridor benévolo y se reconoce más el rol fundamental de los pueblos indígenas en la protección del planeta. Con frecuencia, los defensores indígenas de la Madre Tierra se encuentran en la primera línea de la lucha contra la destrucción del medio ambiente, confrontando al poder militarizado del Estado y las empresas en gran desigualdad de condiciones, con coraje y determinación.
Colón llegó a las Bahamas hace 527 años y esa llegada de los europeos al continente desató un brutal genocidio que mató a decenas de millones de indígenas en todo el hemisferio.
El reconocimiento oficial del Día de los Pueblos Indígenas ya se ha realizado en al menos ocho Estados del país: Alaska, Maine, Minnesota, Nuevo México, Carolina del Norte, Dakota del Sur, Vermont y Wisconsin. Más de 130 ciudades y condados han adoptado el festivo también, tanto grandes ciudades como Los Ángeles, San Francisco y Dallas, como lugares más pequeños como Livingston, Kentucky y Harpers Ferry, en Virginia Occidental.
Washington D.C., el Distrito de Columbia, cuyo nombre deriva de Colón, acaba de aprobar una resolución que reconoce el Día de los Pueblos Indígenas. David Grosso, concejal de la ciudad, expresó en un comunicado previo a la votación: "El Día de Colón fue designado oficialmente como festivo federal en 1937 a pesar de que Colón no descubrió América del Norte, a pesar de que millones de personas ya estaban viviendo en América del Norte cuando este arribó a las Américas, y a pesar de que Colón nunca pisó las costas del Estados Unidos actual. Colón esclavizó, colonizó, mutiló y masacró a miles de indígenas en las Américas".
El movimiento para reemplazar el Día de Colón cobró fuerza en 1992, cuando se cumplían 500 años de la llegada de Colón a América. Ese año, Berkeley, California, se convirtió en la primera ciudad en cambiar el nombre de la conmemoración. Hubo protestas anteriores que inspiraron el movimiento, incluido el Día Nacional de Luto en Plymouth, Massachusetts, celebrado el Día de Acción de Gracias para cuestionar el mito de la coexistencia pacífica entre los indígenas y los colonos ingleses, los peregrinos. El evento "UnThanksgiving" ("Anti Día de Acción de Gracias", en español) tiene lugar una vez al año en San Francisco, donde cientos de personas van en barco a la isla de Alcatraz, que albergó una tristemente célebre prisión, para realizar una ceremonia al amanecer. Activistas indígenas estadounidenses ocuparon la isla hace 50 años para protestar por las duras condiciones de vida de los pueblos indígenas en el país.
En todo el continente americano, las comunidades indígenas resisten la explotación sin límites de sus tierras, el acoso de las industrias extractivas, la violencia y el racismo. En Ecuador, las protestas dirigidas por indígenas contra las medidas de austeridad impuestas por el Fondo Monetario Internacional, así como contra la minería y la extracción de petróleo, han forzado al presidente Lenín Moreno a trasladar sus oficinas de gobierno de Quito a la ciudad de Guayaquil.
En una entrevista para "Democracy Now!", el profesor de derecho David Cordero Heredia, ecuatoriano, describió el papel del activismo indígena: "Los pueblos indígenas nos están ofreciendo una alternativa, una alternativa de vida sostenible. Ellos quieren proteger sus selvas y sus territorios. Ese es el mensaje que tienen para ofrecerle al mundo".
En Brasil, las tribus indígenas de la Amazonia se enfrentan a las políticas racistas del Gobierno, así como a letales incendios forestales, producidos en gran medida de manera deliberada con la bendición del presidente Jair Bolsonaro. El grupo de defensa de los derechos indígenas Survival International afirmó que el presidente "quiere abrirles los territorios indígenas en todo Brasil a los madereros, mineros y ganaderos. No le importa cuántas personas indígenas mueran en el proceso, y ha expresado abiertamente su desprecio racista por ellas en varias ocasiones".
En su paso por América del Norte, Greta Thunberg, la reconocida activista climática sueca de 16 años de edad, estuvo esta semana visitando activistas juveniles indígenas en Dakota del Norte y del Sur, en la reserva Pine Ridge y en la reserva sioux de Standing Rock, donde cientos de tribus se congregaron entre 2016 y 2017 para oponerse al oleoducto Dakota Access. En sus primeros días en el cargo, el presidente Donald Trump dio luz verde tanto al Dakota Access como al oleoducto Keystone XL.
En un vídeo producido por la organización Proyecto de Ley del Pueblo Lakota donde instan al Congreso estadounidense a detener el oleoducto Keystone XL, Tokata Iron Eyes, también de 16 años de edad, junto a Greta, explica: "Los pueblos indígenas hemos estado en la primera línea de la lucha contra la crisis climática y sabemos vivir en equilibrio con la Tierra. Cuando hablamos de soluciones tenemos que incluir a los pueblos indígenas en el diálogo. Protejamos a nuestros pueblos indígenas, sus derechos, sus comunidades, su forma de vida, porque eso es lo que vamos a necesitar cuando nos adentremos en esta batalla".
Colón nació en Génova, Italia. El movimiento para renombrar el Día de Colón no es en absoluto un desaire contra la comunidad italoamericana. Su objetivo es denunciar el genocidio y celebrar a los pueblos indígenas y su papel central en nuestra historia y nuestro futuro.