El secretario general de la ONU, António Guterres, celebró este domingo el inicio del diálogo entre el Gobierno de Ecuador y las organizaciones indígenas, a quienes pidió trabajar "de buena fe" para lograr una solución a la crisis.
Guterres, en un comunicado de su portavoz, hizo un llamado "a todos los actores para que se comprometan a un diálogo inclusivo y efectivo, y trabajen de buena fe en busca de una solución pacífica a los importantes retos que enfrenta el país".
Al mismo tiempo, el diplomático portugués pidió a todas las partes que "reduzcan las tensiones, eviten actos de violencia y actúen con la máxima moderación".
El Gobierno y representantes del movimiento indígena mantendrán a partir de este domingo un proceso de diálogo bajo mediación de Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
Las dos entidades adelantaron el inicio de esas conversaciones este sábado, poco después de que entrara en vigor un toque de queda y la militarización en el distrito metropolitano de Quito, anunciados por el presidente Lenín Moreno, a fin de permitir a las fuerzas de seguridad sofocar las protestas por el recorte a los subsidios de los combustibles.
A la espera del diálogo, grupos de manifestantes mantuvieron este domingo nuevos choques con la Policía.
Los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden han dejado al menos 7 muertos, 1.152 detenidos y 1.340 heridos desde el pasado 3 de octubre, según la Defensoría del pueblo del país.
Los ecuatorianos empezaron a ocupar las calles hace diez días, en protesta contra las medidas de austeridad económicas adoptadas por el Gobierno, sobre todo la eliminación de los subsidios a los combustibles, como parte de las condiciones puestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones para un crédito de 10.000 millones de dólares.