El ministro español de Exteriores en funciones, Josep Borrell, dio por sentado este lunes que la andadura de la nueva Comisión Europea (CE), cuyo mandato de cinco años debe comenzar el próximo 1 de noviembre, se retrasará al tener que buscar todavía tres candidatos a comisarios el visto bueno parlamentario.
"Yo no veo cómo se puede hacer eso antes del día 23, sin hacerlo de una manera tan apresurada que uno pueda empezar a pensar que es una mera formalidad", indicó Borrell a su llegada a un Consejo de ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE), en relación con la fecha en que el pleno de la Eurocámara preveía pronunciarse sobre el conjunto del nuevo Ejecutivo comunitario.
Borrell consideró que "si nos tomamos en serio el proceso, no veo de qué manera se pueden pasar tres audiencias a tres candidatos que todavía no han sido propuestos".
Se refirió así al rechazo por parte de diferentes comisiones del Parlamento Europeo de los candidatos de Francia, Rumanía y Hungría, países que deberán enviar ahora un nuevo nombre a Bruselas.
Cuando sean propuestos por sus Gobiernos, los nuevos candidatos deberán someterse al escrutinio de los eurodiputados a través de cuestionarios escritos y sendas sesiones de preguntas de tres horas.
Borrell, que formará parte de la próxima CE como vicepresidente además de ocupar el cargo de alto representante de la UE para la Política Exterior, y que ya recibió el visto bueno de los eurodiputados tras su audiencia del pasado día 7, pidió "no desprestigiar el proceso".
"Hacer las cosas de manera que pueda parecer que es una simple formalidad no contribuiría al prestigio del procedimiento", señaló.
Afirmó que "quizá técnicamente es posible" organizar esos trámites parlamentarios, pero alertó en cualquier caso de que "no queremos dar la idea de que una audiencia es una formalidad".