(Foto cortesía cubasi)

(LondresTV)    La Fiscalía de Holanda solicitó a los jueces de la Haya que se aplique una sentencia por asesinato contra una doctora jubilada de 64 años, que decidió aplicar la eutanasia a una paciente suya de 74 años de edad y que padecía alzheimer, con lo cual se convierte en el primer juicio de esta clase en ese país.

En 2002 entró en vigencia la Ley que regula la aplicación de la Eutanasia y es un tanto ambigua en cuanto a los límites de responsabilidad en la materia. La paciente ya había pedido ayuda para morir en caso de padecer demencia.

Lo que se le adjudica como delito es que no habló de forma explícita con la paciente antes de proceder, pues hay testigos que afirman que  la enferma hizo comentarios contraproducentes.

La paciente decía que quería la eutanasia, y al tiempo decía que no se la hicieran, lo cual es un signo inequívoco de demencia.

 "Era alzhéimer, y se pierde la capacidad cognitiva y se altera la memoria. Si venía su marido de visita, no quería que se fuese. Pero si iba al baño, a la vuelta, ella ya no recordaba haberlo visto. Hablé con ella en tres ocasiones de su deseo de morir", ha añadido el Jurado.

Medios de comunicación europeos han dicho que seguir adelante con la eutanasia en esas condiciones, "es comprensible, pero no una excusa; debió haberse frenado para no pisar un terreno peligroso". "Su imprecisión emanó de la inexactitud de la ley. Lo mismo le ocurrió a la Clínica para Morir [servicio ambulatorio especializado en eutanasia] y a otros dos colegas, consultados por la geriatra. Tampoco tuvieron claro que debía hablarse de nuevo con la enferma", concluyen.

Sin embargo, "imponer una condena a esta médico, que actuó con honor y en conciencia, daría una señal errónea: uno de los pilares de la Ley de Eutanasia es que los facultativos se sientan libres de remitir su práctica a las instancias pertinentes".

 

 

(Martes 27 de agosto de 2019)