El Gobierno turco podría haber cometido graves violaciones de las leyes internacionales si se prueba su responsabilidad en ejecuciones sumarias de soldados cautivos y de una líder política kurda en el noreste sirio, advirtió hoy la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Según destacó en rueda de prensa el portavoz de esa oficina Rupert Colville, las ejecuciones se grabaron en vídeos publicados a través de redes sociales, y fueron al parecer perpetradas por el grupo armado Ahrar al Sharqiya, afiliado con las fuerzas turcas, en una carretera entre las localidades de Hasakeh y Manbij.
La política ejecutada es Hevrin Khalaf, una conocida activista kurda, añadió Colville, quien recordó que "las ejecuciones sumarias son graves violaciones de derechos humanos que podrían constituir crímenes de guerra".
"Pedimos a las autoridades turcas que lancen inmediatamente una investigación imparcial, transparente e independiente en estos incidentes", subrayó el portavoz, quien matizó que debe probarse que Ankara tiene un "control efectivo" sobre las milicias de Ahrar al Sharqiya antes de poder establecer una responsabilidad directa.
La oficina de Naciones Unidas también denunció ataques contra al menos cinco instalaciones médicas en el noreste sirio, y otras acciones en las que murieron civiles.
Entre ellas citó un ataque aéreo de las fuerzas turcas contra un convoy de vehículos cerca de Ras al Ain, una de las ciudades más afectadas por los enfrentamientos, en el que fallecieron al menos cuatro personas, de ellas dos periodistas.
Colville citó asimismo informaciones de las autoridades de Turquía que cifran en al menos 18 los civiles muertos en el lado turco de la frontera con Siria (entre ellos un bebé de nueve meses) a consecuencia de ataques con mortero y de francotiradores kurdos.
Naciones Unidas cifra en al menos 160.000 los desplazados por la ofensiva turca iniciada la semana pasada en el noreste sirio, de los que buena parte (unos 70.000) serían niños, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Esta última agencia señaló que al menos cuatro niños han muerto y nueve resultaron heridos por el reinicio de las hostilidades en la zona en conflicto en los últimos días, y denunció ataques a al menos una escuela así como el cierre de numerosos colegios, clínicas y mercados debido al incremento de la violencia.
"Durante la ofensiva todas las partes deben evitar el ataque de áreas donde haya civiles", advirtió la portavoz de Unicef Marixie Mercado.