Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU se reunieron este miércoles para discutir qué hacer ante la parálisis del proceso político en el Sáhara Occidental, bloqueado desde que en mayo dimitió repentinamente por motivos de salud el mediador de Naciones Unidas, Horst Köhler.
En la cita, celebrada a puerta cerrada, varios países subrayaron la necesidad de que se nombre de forma urgente un sustituto para que los avances logrados por Köhler no se pierdan, según fuentes diplomáticas.
Esa decisión no compete al Consejo de Seguridad, sino al secretario general, António Guterres, pero los quince países tienen ante sí una ocasión para apremiar al diplomático portugués, pues a finales de este mes deben adoptar una resolución sobre el Sáhara Occidental para prorrogar el mandato de la Minurso, la misión de la ONU en la zona.
Este miércoles, Bélgica animó públicamente a Guterres a nombrar a un nuevo enviado "cuanto antes" y defendió la necesidad de que esa persona siga construyendo sobre los progresos logrados por Köhler.
La repentina dimisión de Köhler ha dejado por ahora bloqueado el proceso que el expresidente alemán había logrado poner en marcha, con las primeras negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario tras años sin contactos.
Ese diálogo, que aún no había cristalizado en compromisos concretos, llegó en medio de una renovada presión por parte del Consejo de Seguridad.
A propuesta de Estados Unidos, desde el pasado año el Consejo ha ido renovando el mandato de la Minurso únicamente por seis meses, frente a los doce tradicionales, en un intento por mantener el asunto en la agenda internacional.
Ahora, con el proceso paralizado, está por ver si Washington vuelve a proponer esa fórmula o vuelve a las renovaciones anuales.
Por ahora, la delegación estadounidense -que es la encargada de presentar las resoluciones sobre el Sáhara Occidental en el Consejo de Seguridad- no ha distribuido un borrador al resto de miembros.
La Minurso se estableció en 1991 con el fin de facilitar un referéndum sobre el futuro de la excolonia española, que nunca se ha llevado a cabo.
Marruecos presentó una propuesta de autonomía para la zona en 2007 y considera que esa debe ser la base de la negociación, mientras que el Frente Polisario insiste en la necesidad de convocar esa consulta.