Tras el anuncio de una tregua por parte de Turquía, la situación es de calma en la mayor parte del noreste de Siria, con la excepción de la localidad fronteriza de Ras al Ain, donde continúan los combates, según informó este viernes la ONU.
El análisis de Naciones Unidas, que no está supervisando de forma oficial el cese de la violencia, procede de las observaciones de sus servicios humanitarios y de los informes de fuentes de confianza sobre el terreno, explicó el portavoz Stéphane Dujarric.
Según la organización, la situación es de "calma en la mayor parte de zonas, con la excepción de Ras al Ain, donde el fuego de artillería y los disparos continuaban hoy".
Las fuerzas kurdas denunciaron este viernes que el Ejército turco ha seguido bombardeando esa ciudad, a pesar del alto el fuego anunciado que prevé la retirada de las milicias kurdosirias de la frontera con Turquía.
Esa acusación fue rechazada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien negó la existencia de combates.
"No hay combates. Eso es todo desinformación. No presten atención. Reforzaremos los pasos que hemos dado hasta ahora", dijo Erdogan en un encuentro con la prensa turca en Estambul.
Mientras, la ONU y sus socios sobre el terreno siguen dando respuesta a las consecuencias humanitarias de la lucha, que durante la jornada del jueves obligó a desplazarse a 16.250 personas.
Durante las últimas 48 horas, se ha facilitado asistencia a unas 60.000 personas afectadas que se encuentran en campamentos y otras áreas.
La tregua negociada el jueves por Turquía y EEUU prevé que las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que Ankara considera una organización terrorista y contra las que lanzó una ofensiva el pasado 9 de octubre, se retiren del noreste de Siria en un plazo de 120 horas.
Las YPG deberían retirarse de lo que denomina Ankara como "zona segura", una franja fronteriza de 30 kilómetros de ancho que el Gobierno turco quiere tener bajo su control en territorio sirio.