El hambre subió por cuarto año consecutivo en América Latina en 2018 y afectó al 6,5 % de la población en la región, donde la obesidad sigue al alza y ya aqueja a uno de cada cuatro adultos, advirtió este martes la FAO.
Después de reducir ostensiblemente la cifra de gente que pasa hambre entre 2000 y 2014, los últimos cuatro años el problema ha repuntado y en 2018 había 42,5 millones de desnutridos, subrayó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Las cifras forman parte del informe "Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2019", elaborado junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Unicef y el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y presentado este martes en la sede regional de la FAO, en Santiago.
"Hicimos un trabajo formidable entre 2000 y 2014, éramos una región ejemplar (...) pero del 2014 en adelante las cosas van mal", afirmó el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, al presentar el informe.
Haití es el país de la región con más hambrientos, prácticamente la mitad de su población (49,3 %), aunque en términos absolutos, Venezuela es el país donde más ha subido la desnutrición, que pasó de 2,9 millones de personas entre 2013-2015 a 6,8 millones en el periodo 2016-2018.
El responsable de la FAO dijo que la "cara más positiva" del informe es que la mayoría de los países latinoamericanos siguen avanzando, aunque lentamente, en la reducción del hambre.
Las cifras, sin embargo, muestran una gran heterogeneidad en esa lucha. Entre los países que la redujeron destaca el caso de Colombia, que pasó de 3,6 a 2,4 millones de personas en los dos últimos trienios.
Berdegué atribuyó ese logro a los acuerdos de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC. "Cuando hay conflicto, el hambre aumenta; cuando hay paz, disminuye", afirmó.
Los países con un menor porcentaje de desnutridos, por debajo del 2,5 % de la población, son Brasil, Cuba y Uruguay. Chile está cerca de este grupo con una prevalencia del hambre del 2,7 %, precisó el informe.
La FAO recomendó a los países promover entornos alimentarios más saludables para mitigar el auge del sobrepeso y la obesidad, que en los últimos años se han convertido en un verdadero flagelo para la población latinoamericana.
El informe señaló que el 24 % de la población adulta en la región, unos 105 millones de personas, padece obesidad, prácticamente el doble que el promedio mundial, que es del 13,2 %.
Y por cada persona que sufre hambre en América Latina y el Caribe, más de seis sufren sobrepeso u obesidad, un problema que está aumentando en todos los grupos de población, especialmente en adultos y niños en edad escolar.
"El explosivo aumento de la obesidad no solo tiene enormes costos económicos, sino que amenaza la vida de cientos de miles de personas", avisó el representante regional de la FAO.
Según el informe, cada año 600.000 personas mueren en América Latina y el Caribe debido a enfermedades relacionadas con la mala alimentación, como diabetes, hipertensión y dolencias cardiovasculares.
La región presenta malos indicadores de malnutrición relacionada con la ingesta excesiva de calorías, ya que el sobrepeso se ha duplicado desde la década de los setenta y afecta actualmente al 59,5 % de los adultos, casi veinte puntos más que el promedio global.
Esto se debe, principalmente, al incremento de las ventas de alimentos ultraprocesados y comida rápida, que aumentan la exposición de la población a cantidades excesivas de azúcar, sodio y grasas.
La FAO subrayó que varios países de la región tienen políticas públicas para lograr una alimentación más saludable.
Chile, Ecuador, Perú y Uruguay, por ejemplo, han implementado leyes de etiquetado de alimentos que permiten a los consumidores tomar mejores decisiones al momento de la compra.
Y Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, México, Perú, Panamá y Uruguay han mejorado la regulación sobre publicidad de alimentos, mientras que al menos 13 países de la región han adoptado medidas fiscales y de carácter social que buscan favorecer una alimentación adecuada.