La ONU defendió este jueves que es vital poder mantener el suministro transfronterizo de ayuda para la población de Siria, un mecanismo que el Consejo de Seguridad debe renovar antes del final de año.

"No hay alternativa a la operación transfronteriza", dijo ante los quince países del Consejo el jefe humanitario de Naciones Unidas, Mark Lowcock, que advirtió que sin esa autorización millones de civiles quedarían inmediatamente sin asistencia.

"Ello causaría un rápido aumento del hambre y las enfermedades. Mucha más gente escaparía a través de las fronteras, haciendo la actual crisis regional aún peor", añadió.

Según la ONU, del mecanismo de ayuda transfronterizo que coordina dependen unos cuatro millones de personas, incluidos 2,7 en zonas del noroeste bajo control opositor a las que no se puede llegar desde el interior del país.

En total, once millones de sirios -más de la mitad de la población actual- necesitan asistencia humanitaria, según los datos de la organización.

En la reunión de este jueves, en la que el Consejo de Seguridad hizo su repaso mensual de la situación humanitaria en el país, una mayoría de países subrayaron la importancia de renovar el permiso para las operaciones transfronterizas.

Estados Unidos y los países europeos recalcaron la necesidad de aprobar una resolución antes de que el actual mandato venza a principios del próximo año.

Rusia, el gran aliado de Damasco y que en el pasado ha sido crítica con estas operaciones transfronterizas, no se pronunció con claridad, pero defendió que la situación en el país se está "normalizando" gracias al mayor control territorial del Gobierno.

El pasado diciembre, cuando la autorización se renovó por última vez, Moscú defendía que el mecanismo debía eventualmente eliminarse dada la nueva realidad sobre el terreno, pero finalmente no lo bloqueó, optando por la abstención.