Israel reanudó esta noche los bombardeos contra Yihad Islámica en Gaza en represalia por varios ataques con cohetes desde la Franja que el jueves violaron el alto el fuego alcanzado pocas horas antes, lo que pone en cuestión el cese de hostilidades que trajo una calma frágil a la zona.
"El Ejército israelí está atacando objetivos terroristas de Yihad Islámica en Gaza", informó hoy en un comunicado un portavoz militar, que aseguró ver "la violación del cese el fuego con gran severidad".
Entre los puntos atacados, concretó, hay "un complejo militar" usado para producir cohetes, así como los cuarteles generales del grupo en la población de Jan Yunis en los que también hay oficinas de sus comandantes.
Según añadió, los bombardeos se realizaron después del disparo de proyectiles desde el enclave contra territorio israelí este jueves, que hicieron sonar las alarmas en las localidades colindantes con la Franja a media mañana, por la tarde y a las 22:00 hora local.
La autoría de estos tres ataques, que no causaron daños o heridos en Israel, no fue reivindicada por ningún grupo, lo que pareció apuntar a acciones individuales de milicianos palestinos, mientras que Yihad Islámica insistió durante el día en su compromiso de mantener la tregua mediada por Egipto y Naciones Unidas.
El Ejército no respondió a estos últimos lanzamientos en un primer momento pero reaccionó durante la noche del viernes y se centró exclusivamente en Yihad Islámica, que estos últimos días disparó más de 450 cohetes contra Israel en una fuerte escalada de violencia.
Este último repunte de violencia estalló el martes de madrugada, tras un ataque selectivo israelí en plena Gaza que mató al líder del brazo armado del grupo, Bahaa Al Ata, al que Israel acusa de planificar ataques contra sus comunidades.
La organización palestina reaccionó al ataque israelí con ráfagas de cohetes disparados casi ininterrumpidamente durante cincuenta horas contra territorio israelí, que incluso alcanzaron el área de Tel Aviv.
Los ataques pusieron a Israel en estado de máxima alerta y el Ejército respondió con intensos bombardeos que dejaron un nuevo rastro de destrucción en Gaza, donde murieron 34 palestinos, gran parte de ellos milicianos.
Entre los fallecidos también hay civiles. Ocho son menores, incluido uno de 18 años, que en Gaza no se considera mayor de edad.
El Ministerio de Sanidad del enclave palestino, gobernado de facto por el movimiento islamista Hamás, informó de que más de un centenar de personas resultaron heridas.