El presidente francés, Emmanuel Macron, instó este jueves a los miembros de la OTAN a reforzar la presencia de los aliados en el Sahel y demostrar "con hechos y no con palabras" el compromiso en la lucha contra el terrorismo.
"Lo digo muy claramente, proclamar nuestro compromiso con la seguridad colectiva no basta, hay que demostrarlo. Una verdadera alianza son actos, no palabras", dijo en una rueda de prensa conjunta con el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, tras una reunión en el Palacio del Elíseo.
El objetivo del encuentro era preparar la cumbre que se celebra la semana que viene en Londres, donde la Alianza Atlántica celebrará su 70º aniversario.
Pero Macron, cuyo ejército en el Sahel perdió este martes a trece hombres en el choque accidental de dos helicópteros, no quiere que la cumbre se limite a una mera celebración y planteó ante Stoltenberg las cuestiones prioritarias que según él enfrenta la Alianza.
Primero, garantizar la paz y estabilidad en Europa con un diálogo "firme y exigente" con Rusia que sirva para clarificar las relaciones con el país; en este sentido, Macron consideró que la OTAN debe tener claro cuáles son sus enemigos comunes.
"¿Rusia?¿China? No lo creo. El enemigo común es el terrorismo que nos ha golpeado en cada uno de nuestros países, los grupos terroristas contra los que los militares franceses luchan en el Sahel", dijo Macron al reclamar a sus aliados estar "a la altura de sus responsabilidades militares y operacionales".
Macron considera que la OTAN ha gastado los últimos dos años en discusiones financieras sobre qué país aporta más o menos, sin tener clara la estrategia, y pidió un cambio de actitud para iniciar una conversación de fondo sobre la relación entre los aliados y las obligaciones entre unos y otros.
En este sentido, rechazó la acción militar unilateral iniciada por Turquía en el norte de Siria.
"No podemos decir que somos aliados, exigir solidaridad mientras por otro lado se pone en peligro el trabajo logrado contra el (grupo terrorista) Estado Islámico", subrayó el dirigente francés, quien afirmó que Francia es un aliado "fiable, pero también exigente".
Por su parte, Stoltenberg insistió en la necesidad de "permanecer unidos frente a los nuevos desafíos de la seguridad", así como en la capacidad "única" de la OTAN de reunir a Europa y Norteamérica en cuestiones estratégicas.
Para defender el organismo de quienes lo dan por muerto, su secretario general dijo que, por primera vez desde el fin de la Guerra Fría, los Estados miembros han aumentado su participación económica progresivamente desde 2016 y lanzó un nuevo llamamiento a los países para que de aquí a 2024 dediquen al menos un 2 % de sus PIB a la defensa.
En cuanto a la cuestión de Turquía, dijo que "hay puntos de vista divergentes", pero que hay que "preservar las victorias conseguidas en la lucha contra el terrorismo".