Charles Michel, que acaba de estrenarse como presidente del Consejo Europeo, va a poner la "energía" de sus 43 años al servicio del proyecto europeo, de los 500 millones de ciudadanos de la Unión Europea (UE), para garantizar la unidad de los Veintisiete y defender sus intereses en el mundo con una voz "fuerte" junto al Alto Representante de Política Exterior, Josep Borrell, con el que está, dice, "en la misma onda".
"Hay entre nosotros una fuerte complementariedad, vamos a trabajar efectivamente juntos. He aprendido a conocer al señor Borrell, hemos dialogado mucho los últimos meses y estamos en la misma longitud de onda", asegura Michel en una entrevista con Efe en Madrid, con motivo de la inauguración este lunes de la cumbre climática COP25, que se desarrollará hasta el próximo día 13.
Una cumbre, a cuya inauguración asistieron también la nueva presidenta de la Comisión Europea (CE) y el presidente del Parlamento Europeo (PE), Ursula von der Leyen y David Sassoli, respectivamente, para lanzar un mensaje "importante" de la "fuerte" ambición europea frente al reto climático: hacer de la UE un continente climáticamente neutro en 2050 y elevar del 40 % al 55 % las metas europeas de reducción de emisiones de dióxido de carbono para 2030.
"Europa puede convertirse en el líder mundial de la economía verde", asegura el ex primer ministro belga, un liberal que con su "propio estilo" va a intentar ser "un presidente que une" y que escucha las diferentes "sensibilidades".
PREGUNTA: Esta es su primera visita oficial a España como recién estrenado presidente del Consejo Europeo y coincide con la inauguración de la COP25. La foto de los tres presidentes de las principales instituciones europeas en Madrid por este motivo es un fuerte símbolo por parte de las nuevas máximas autoridades europeas.
RESPUESTA: Es un mensaje importante porque acabo de asumir mis funciones como presidente del Consejo Europeo y porque la ambición que tenenos es conseguir que la Unión Europea sea un continente climáticamente neutro en 2050. Es una ambición muy, muy fuerte. Es necesario que los líderes europeos envíen un mensaje muy importante a los ciudadanos, a las empresas. Pienso que Europa puede convertirse en el líder mundial de la economía verde, apostar por la ciencia, apostar por la tecnología, apostar por la innovación, garantizar empleos, para garantizar el bienestar social y, al mismo tiempo, reducir la amenaza climática.
P: La nueva Comisión Europea ha hecho de la lucha contra el cambio climático su principal promesa política. Cumplirla requerirá enormes inversiones y diseñar una transición ecológica que no penalice la competitividad de las empresas europeas ni deje abandonados a los trabajadores de ciertas regiones, especialmente las carboníferas. Hay analistas que alertan sobre los efectos de desigualdad, paro y pobreza que puede suponer la aplicación de ciertas políticas verdes. ¿Comparte ese escenario, le preocupa?
R: Estamos ante un desafío que es efectivamente complicado porque la transición implica modificar la manera de desplazarnos, consumir, producir... Eso supone cesar esa guerra contra la naturaleza, lograr un acuerdo de paz con la naturaleza, supone tomar decisiones que tengan en cuenta las necesidades sociales, las necesidades del empleo y gracias a la innovación, a la ciencia, a la transformación tecnológica debemos impulsar la capacidad de crear empleos suplementarios y proteger en los próximos años esa capacidad de apoyar el desarrollo económico y social.
P: La geopolítica del clima es muy, muy complicada. Unos 70 países han anunciado que revisarán al alza sus planes de recortes de emisiones. Pero sin un compromiso fuerte de China y con Estados Unidos retirándose del acuerdo de París la lucha contra el cambio climático se antoja complicada ¿Cree usted que está abocada al fracaso?
R: Desde hace mucho la UE es quien ha asumido el liderazgo para intentar que el mundo tome conciencia de que hay un reto extremadamente importante. No estamos solos, en el seno de Naciones Unidas, el cuartel general está extremadamente movilizado para llevar a cabo esa batalla contra la amenaza climática y es importante igualmente que las grandes regiones del mundo pongan esa urgencia climática en la agenda, para fomentar que todo el mundo dé muestras de responsabilidad. El año próximo habrá una cumbre importante UE-China, con seguridad la cuestión climática estará en el corazón de las negociaciones, de la discusión entre la UE y China.
P: Estamos viendo revueltas, en muchos casos, iniciadas contra medidas impositivas al transporte, como en Francia con los "chalecos amarillos". ¿Teme que algunos países europeos den un paso atrás frente a medidas ambiciosas? De hecho, su primera cumbre como presidente del Consejo los próximos 12 y 13 de diciembre estará marcada por la división de los Estados sobre los objetivos de reducción de emisiones. Polonia, entre otros, impidió el acuerdo en junio.
R: Hace uno o dos años había muchos más países que estaban en contra de la idea de ir hacia la neutralidad climática en 2050. Hemos progresado mucho, ahora muchos países son favorables a la neutralidad climática en 2050, pero quedan, es verdad, aún algunos con los que negociamos, con los que hablamos. En el Consejo Europeo voy a respetar sus sensibilidades, tenemos que tomar en consideración el hecho de que todos los países no tienen el mismo punto de partida en cuanto a su situación económica. Debemos tomar en consideración las diferentes sensibilidades, los diferentes intereses en los diferentes países sin renunciar al objetivo fundamental que es convencer a todo el mundo de ir hacia esa neutralidad climática en 2050 y dar a Europa un rol de líder global en materia de economía verde porque vamos a necesitar esa tecnología mañana, y si Europa desarrolla esa tecnología punta y su maestría podrá sustentar su prosperidad y proteger nuestro Planeta.
P: España lleva cinco años de inestabilidad política y cuatro elecciones legislativas en cuatro años. Y aún seguimos con un gobierno en funciones. ¿Está Europa preocupada por esta situación?
R: Nosotros respetamos el funcionamiento de las instituciones democráticas, las elecciones se han celebrado, un proceso (de negociación para la formación de un Gobierno) está en curso. España está representada por el presidente del Gobierno (Pedro Sánchez) para llevar la voz de España a la mesa de reunión.
P: Usted y el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, van a compartir el liderazgo de la agenda internacional de la UE. ¿Hay sintonía entre usted y quien ha sido uno de los mayores críticos del independentismo catalán?
R: Hay entre nosotros una fuerte complementariedad, vamos a trabajar efectivamente juntos. He aprendido a conocer al señor Borrell, hemos dialogado mucho los últimos meses y estamos en la misma longitud de onda. Nosotros pensamos que Europa debe hablar más fuerte en el plano internacional para defender más los intereses europeos, los valores europeos. No para ser agresivos sino para tener más confianza en nosotros mismos. Europa son 500 millones de ciudadanos, con democracias fuertes, con valores que son esenciales, de libertad, democracia y Estado de derecho. Y debemos defender nuestros intereses en el plano internacional y lo haremos juntos.
P: Y hablando de problemas complicados, ¿cree usted de verdad que el 31 de enero podremos decir, por fin, que el "brexit" va a ser una realidad o todavía nosotros podemos esperar alguna sorpresa?
R: Tenemos que esperar a que las elecciones en el Reino Unido (día 12) se celebren y sobre la base de esos resultados en el mes de diciembre veremos hacia que dirección vamos.
P: Y, por último, ¿qué estilo piensa imprimir usted al puesto que acaba de ocupar?
R: Voy con mi propio estilo y mi carácter a intentar ser un presidente que une, que garantiza la unidad entre los diferentes países europeos, para intentar también que podamos tomar decisiones, es eso lo que va a movilizarme. Creo que en los próximos meses habrá oportunidades únicas para el futuro del proyecto europeo, con la nueva Comisión Europea, el nuevo Parlamento Europeo y con un nuevo liderazgo en el Consejo Europeo. Compartimos las mismas agendas positivas para el futuro de Europa: apostar por la lucha contra el cambio climático para lograr más desarrollo para lograr más empleo y más innovación. Desarrollar la agenda digital, defender la seguridad en Europa, hablando con una voz más fuerte y sincronizándonos mejor en el plano internacional en todos esos asuntos. Intentaré trabajar para servir a los ciudadanos europeos. Voy a poner mi energía en el proyecto europeo.
Por Catalina Guerrero