La ONU y el Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame (EE.UU.), especializado en estudios de paz, advirtieron este sábado sobre el déficit de perspectiva de género en la implementación del acuerdo firmado en noviembre de 2016 por el Gobierno colombiano y las FARC.

Los dos organismos revelaron en el informe "Hacia la paz sostenible por el camino de la igualdad de género", publicado hoy, que de los 130 compromisos con perspectiva de género del acuerdo de paz, el 42 % aún no han empezado a implementarse, mientras que esa cifra desciende al 27 % en el conjunto de medidas.

Eso demuestra un déficit entre aquellas medidas que tienen un enfoque específico de género y las generales.

Además, de las iniciativas que se iniciaron solo el 17 % de las relacionadas con género se completaron en tanto que al hablar de las generales esta cifra sube al 25 %, según pudo constatar el Instituto Kroc al comparar cuantitativamente los datos del Plan Marco de Implementación (PMI) del Gobierno con los 130 compromisos de género.

De hecho, un total de 28 de los compromisos que según el PMI deberían completarse en 2019 no se habían comenzado a ejecutar a menos de un mes de terminar el año, destaca el estudio.

Para elaborar el informe, segundo desde la firma del acuerdo para dar seguimiento a su implementación, la ONU y el Instituto Kroc contaron con el apoyo de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM), la Unión Europea, la embajada de Suecia y Cáritas Colombia, entre otras instituciones y organismos.

PUNTO DE INFLEXIÓN

A pesar de que las medidas están pensadas para que se inicien y se completen a lo largo de los próximos ocho años, la ONU y el Instituto Kroc observaron que hay iniciativas que deberían haber empezado ya pero no lo han hecho y por eso hablaron de "un momento crítico de inflexión".

En su opinión, los avances "son insuficientes y van a un ritmo menor que los relacionados con la generalidad del acuerdo" lo que supone "implicaciones negativas directas en la implementación de otras medidas" y una "pérdida" de confianza de las mujeres.

El estudio pone énfasis en la necesidad de la implementación territorial del acuerdo y en la creación de nueva infraestructura institucional.

Los mayores avances se han presentado en las medidas relativas al punto 5 del acuerdo sobre derechos de las víctimas, con un 36 % de implementación, mientras que las más lentas en implementarse son las pertenecientes a la Reforma Rural Integral, que solo han logrado un 3 % de implementación.

En ese sentido, las organizaciones insistieron en la aplicación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS) con la participación activa de las mujeres.

AVANCES INSTITUCIONALES

De todas formas, el informe celebró el "fortalecimiento de la arquitectura institucional específica" para implementar el enfoque de género y tomó como ejemplo la creación de mecanismos gubernamentales e instancias diseñadas por el acuerdo que han asegurado "la participación de mujeres excombatientes en iniciativas productivas para la reincorporación económica".

Estos avances -liderados por el Ministerio de Agricultura, la Agencia Nacional de Tierras (ANT), la Consejería Presidencial para la Estabilización y la Consolidación- se han visto cristalizados en programas como Formalizar para Sustituir y El Campo Emprende.

SEGURIDAD DE LAS LÍDERES

Una de la mayores preocupaciones de la ONU es la seguridad de las líderes sociales, sobre todo al constatar que el atraso en la aplicación del acuerdo en ese sentido "ha permitido que emerjan nuevos escenarios de riesgo" para ellas, especialmente las que hacen parte de comunidades étnicas y campesinas.

Un ejemplo es que el Programa Integral de Garantías para Mujeres Lideresas y Defensoras de Derechos Humanos aún no cuenta con el plan plurianual de acción que visibiliza su implementación para los próximos años.

En ese sentido, la representante de ONU Mujeres en Colombia, Ana Güezmes, explicó a Efe que se ha demostrado "la paradoja" que después de la firma de acuerdos de paz la violencia contra las mujeres "no cesa, sino que se incrementa" y enfatizó la importancia de la prevención y protección de estas.

Güezmes también recalcó que para una defensora salir de su territorio a veces significa "perder a su red familiar de apoyo, unido a que las mujeres normalmente están en sectores de informalidad y sin la protección adecuada", por lo que enfatizó en la importancia del autocuidado, teniendo en cuenta que las líderes están sometidas a "altos niveles de estrés".

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos documentó desde 2016 hasta septiembre de 2019 cerca 320 casos de asesinatos de defensores, de los cuales 36 eran mujeres.

Ares Biescas Rue