"Incluso una dependienta puede convertirse en primera ministra". Es uno de los comentarios despectivos del ministro estonio del Interior, Mart Helme, sobre la nueva primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, que ha causado una crisis entre los dos países y ha obligado posteriormente a disculparse al presidente estonio, Kersti Kaljulaid, ante su homólogo finlandés, Sauli Ninistö.
Helme declaró el domingo que "lo sucedido recientemente en Finlandia le pone a uno los pelos de punta", en referencia a Marin, quien sustituyó a su predecesor, Antti Rinne, la semana pasada y se convirtió a los 34 años en la primera ministra más joven del mundo.
La formación del nuevo Gobierno de coalición finlandés "es una muestra de los esfuerzos de la izquierda por destruir al país desde dentro", dijo el ministro estonio, miembro del controvertido y antiinmigración Partido Conservador Popular de Estonia (EKRE), que hablaba a una radio propiedad de dicha formación.
La nueva primera ministra respondió este lunes vía Twitter: "Estoy muy orgullosa de Finlandia. Aquí, un niño de una familia pobre puede educarse y lograr muchas cosas en su vidas. Incluso el cajero de una tienda puede convertirse en primer ministro".
Olen tavattoman ylpeä Suomesta. Täällä köyhän perheen lapsi voi kouluttautua pitkälle ja yltää elämässään moneen. Kaupan kassasta voi tulla vaikka pääministeri. Ilman duunareita ei Suomi selviäisi. Arvostan jokaisen työntekijän, ammatinharjoittajan ja yrittäjän työtä korkealle!
— Sanna Marin (@MarinSanna) December 15, 2019Marin preside una coalición de centro-izquierda compuesta por cinco partidos, todos ellos liderados por mujeres, y los comentarios del ministro estonio ultraderechista fueron recibidos con fuertes críticas en medios de comunicación finlandeses.
Posteriormente, Helme declaró que estaba expresando una opinión sobre la nueva primera ministra finlandesa basándose tanto en sus posiciones personales como en las de su partido y que no hablaba en nombre del Gobierno estonio.
El presidente estonio se ha disculpado por los comentarios de Helme en una llamada telefónica al jefe de Estado del país vecino. Estonia y Finlandia han mantenido tradicionalmente estrechas relaciones y las lenguas respectivas están vinculadas.
El ministro estonio de Asuntos Exteriores, Urmas Reinsalu, declaró a medios locales que "habría sido mejor que Helme no hubiera hecho esas declaraciones sobre la nueva primera ministra finlandesa" y que los comentarios, "especialmente los de tipo personal, son inapropiados". La oposición estonia ha pedido este lunes la dimisión de Helme o que el primer ministro, Jüri Ratas, le destituya.