El número de solicitudes de asilo en España en lo que va de año alcanzó las 107.000, casi el doble que en todo 2018, impulsadas por el éxodo venezolano, informó a Efe el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, quien hoy asistió al Foro Global de Refugiados.
El 75 % de las solicitudes proceden de Latinoamérica, siendo Colombia y El Salvador otros dos países con un destacado número de solicitantes, subrayó el titular del Interior en los márgenes de un foro en el que defendió la voluntad de España para contribuir a la solución de las actuales crisis de refugiados.
"El compromiso de España es evidente, participamos en la formalización del Pacto Global sobre los Refugiados (suscrito hace un año) y somos uno de los mayores donantes", señaló el ministro, quien en su intervención en el foro resaltó que el programa "España con ACNUR" es la mayor fuente privada de donaciones en el mundo.
También recordó que España aportará entre 2020 y 2022 hasta 50 millones de euros como contribución a la respuesta a la crisis en Venezuela, en alianza con los planes de asistencia coordinados por Naciones Unidas.
Grande-Marlaska recordó que en el mundo hay actualmente 70 millones de desplazados por crisis y conflictos, de los que 25 millones son refugiados que buscan una vida mejor en otros países, y que debe evitarse que las naciones de primer destino, en general vecinas a la de origen, asuman toda la carga.
"Debemos distribuirla entre el conjunto de los países, y para eso están los planes de reasentamiento", en los que España participa y a veces ejerce labores de coordinación, recordó el ministro.
En el foro se presentan ejemplos de proyectos colaborativos de ayuda al refugiado, entre ellos la iniciativa española Alianza Shire, que ayuda a llevar redes de energía renovable a asentamientos de refugiados de Etiopía, que acoge casi un millón de personas de países vecinos como Somalia, Eritrea, Sudán y Sudán del Sur.
Grande-Marlaska, quien se interesó por este proyecto, aprovechó la ocasión para resaltar que España necesita la formación de un Gobierno para afrontar "retos del futuro como la migración, la protección de refugiados" o el cambio climático, causante en ocasiones de los desplazamientos forzados de poblaciones.