El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, dijo este viernes que es tiempo de que comience a sanar la herida que dejó la violenta invasión de EE.UU. hace 30 años, y pidió a sus compatriotas dejar atrás las divisiones y seguir adelante.
El 20 de diciembre de 1989 EE.UU. ejecutó la operación "Causa Justa" con 26.000 soldados y armamento de última generación para capturar en Panamá al dictador Manuel Antonio Noriega, acusado de narcotráfico por la Justicia estadounidense y quien se entregó el 3 de enero de 1990, y desmantelar las Fuerzas de Defensa panameñas.
Documentos estadounidense desclasificados y publicados por primera vez esta semana reiteran las cifras de muertos conocidas desde entonces como oficiales: 202 civiles y 314 militares, la gran mayoría panameños, aunque en Panamá extraoficialmente se habla de entre 500 y 4.000 civiles fallecidos.
"Luego de 30 años quiero hacer un llamado a todos los panameños, sin distingo de ideología política, para que todos entendamos que esta invasión ha dejado una herida en nuestra sociedad, pero ya es hora de que empiece a sanar esa herida", dijo Cortizo este viernes en un discurso ofrecido en el Jardín de Paz de la capital.
Por ello, dijo el gobernante que asumió el poder el pasado 1 de julio para el quinquenio 2019-2014, su Administración decretó esta misma semana el 20 de diciembre como Día de Duelo Nacional, "para reconocer la pérdida, para acompañarlos (a las víctimas y sus familiares) en su dolor, y guardar luto como parte de un proceso de sanar".
"Esto nos permitirá ir cerrando esa herida, mirar hacia adelante, junto todos los panameños sin posiciones partidistas, ideológicas o sociales (...) tenemos que ir cerrando esa herida del corazón y del alma. Estamos en ese camino", aseveró el presidente.
Cortizo reconoció que para poder cerrar ese "capítulo de historia de Panamá escrito con dolor, con sangre derramada, con lágrimas" es necesario conocer la "verdad", y por eso declaró su total apoyo a la Comisión 20 de Diciembre, operativa desde 2016, para que continúe el trabajo de identificar, ubicar y precisar el número real de los muertos durante la invasión.
En ese contexto y a preguntas de periodistas sobre la posibilidad de pedir a EE.UU. reparación y que ofrezca disculpas por la invasión, el gobernante resaltó que con Washington existe "una relación fluida, estratégica, eso no se puede negar".
"Hace 30 años se dieron condiciones que nosotros no queremos que se vuelvan a dar: ni el antes, ni durante ni después, así que lo que nosotros tenemos que buscar es la verdad, que la familia de muchos desaparecidos sepan dónde están sus muertos y desaparecidos", añadió.
Cortizo encabezó un acto solemne en el Jardín de Paz, donde están enterradas víctimas de la invasión, que incluyó a la colocación de ofrendas flores y el disparo de salvas en honor a los caídos.
En el acto hablaron representantes de los familiares de las víctimas, el presidente de la Comisión 20 de diciembre, el rector universitario Juan Planells, y el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa.
Planells dijo en una entrevista con Efe que la Comisión ha podido confirmar hasta ahora la muerte de más de 250 personas durante la invasión quienes, contrario a lo que siempre se han dicho, son en su gran mayoría civiles, no militares aliados de Noriega.