La Cámara de los Comunes se rebeló este martes contra el primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, al aprobar que se comience a tramitar una ley que impida una salida sin acuerdo de la Unión Europea (UE).
Por 328 votos a favor y 301 en contra, los diputados arrebataron al Gobierno el control de la agenda parlamentaria para debatir a partir de mañana, por un procedimiento de urgencia, una legislación que fuerce a Johnson a solicitar una prórroga del "brexit" si no se alcanza un pacto.
Tras la derrota, el primer ministro confirmó que se prepara para convocar unas elecciones generales anticipadas si se aprueba ese texto.
"Yo no quiero unas elecciones, pero si los diputados votan mañana para forzar otro retraso inútil del 'brexit', entonces ese será el único modo de resolver esto", afirmó Johnson después de que los parlamentarios arrebataran al Gobierno el control de la agenda de la parlamentaria.
El Ejecutivo necesita el respaldo de dos tercios de la Cámara de los Comunes para llamar a las urnas, por lo que es imprescindible que presente una moción y una parte de la oposición otorgue su visto bueno a unos comicios.
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, avanzó que está dispuesto a competir en las urnas con Johnson, pero que antes de respaldar unas elecciones debe aprobarse la ley para bloquear la posibilidad de un "brexit" sin acuerdo.
En la votación de esta noche, 21 diputados conservadores se aliaron con la oposición para derrotar a su propio primer ministro, que horas antes ya había perdido la mayoría en la Cámara Baja.
El diputado "tory" Phillip Lee se cambió de bancada durante el debate y anunció mediante un comunicado su paso al Partido Liberal Demócrata como protesta por la dura postura del primer ministro sobre la salida de la UE.
Johnson quiere negociar un nuevo acuerdo con Bruselas, pero asegura que romperá los lazos con el bloque comunitario en la fecha prevista, el 31 de octubre, aunque no haya formalizado un acuerdo para entonces.
El jefe de Gobierno considera que si los diputados bloquean la posibilidad de un "brexit" duro, un escenario que puede dañar tanto al Reino Unido como a la UE, se quedará sin bazas negociadoras para tratar de arrancar nuevas concesiones a los 27 socios comunitarios restantes.
El Gobierno ha amenazado además con expulsar del grupo parlamentario conservador a los diputados rebeldes e impedir que vuelvan a presentarse por el partido en las próximas elecciones.