En un tiempo, la sociedad argentina sentirá consternación al observar que muchos de sus ciudadanos apoyaron, disimularon y votaron a un Gobierno como el de Javier Milei. Es una hipótesis. El lapso que llevará asimilar este dato de la historia podrá llevar meses, años o décadas. Otra hipótesis, un tanto inespecífica.
El bochorno de este presente al que llegó la política argentina no se limita a un presidente que hace bandera de la crueldad en cada una de sus acciones, como ninguno de sus antecesores democráticos de la amplia familia de la centroderecha y la derecha.