Unos 200 incendios seguían ardiendo este domingo en el sureste de Australia, donde las autoridades evaluaban los daños de la "catastrófica" jornada del sábado mientras crecían las críticas a la gestión de la crisis del primer ministro, Scott Morrison.
La bajada de casi 20 grados de las temperaturas dio un respiro a los bomberos, que este sábado, con fuertes vientos y máximas rozando en algunos puntos los 50 grados, tuvieron que elevar la alerta a nivel de emergencia en más de una veintena de focos.
Pese a ello, la situación seguía siendo complicada en sitios como Eden, una localidad situada en el sur del estado de Nueva Gales del Sur, donde se llamó a los vecinos a buscar refugio en estructuras sólidas ante la proximidad de las llamas que dejaron el cielo de un color rojo oscuro.
Leer más: Los incendios en Australia agravan los daños y las críticas al primer ministro