(Londres TV) Esta semana fue demasiado mediática la situación de la embarcación Open Arms con sus 147 migrantes, luego el número bajaría a 134, después del desembarco de 13 personas por razones estrictamente humanitarias.
El barco tiene ya más de dos semanas anclado frente a la isla italiana de Lampedusa. La CE, a través de su portavoz, Vanessa Mock, recibió con entusiasmo la declaración de que seis países, eran siete pero luego Italia afirmó que no permitiría que los migrantes proveniente de Libia, entraran en su territorio.
A pesar de ello, desde Bruselas lamentaron profundamente la situación actual que viven los 134 migrantes dentro del barco.
"La situación en la que las personas se quedan varadas durante días y semanas es insostenible. Una vez más, se nos recuerda que las soluciones predecibles y sostenibles se necesitan con urgencia en el Mediterráneo para garantizar que las personas puedan desembarcar de forma rápida y segura y recibir la atención que necesitan", dijo Mock. Al tiempo que agregó que “esto no es responsabilidad de uno o un par de estados miembros, sino de Europa en su conjunto".
Según medios de prensa italianos, “la situación que lamenta la CE, se produjo después de que un juez italiano anuló un decreto para bloquear el atraque del barco en Lampedusa. Sin embargo, el ministro del Interior, Matteo Salvini, se niega a dejar que el barco atraque. En otro barco, el Ocean Viking, unos 356 migrantes están varados entre Malta e Italia. Hasta el momento, ningún país de la UE ha aceptado aceptar a los migrantes”.
El miembro del equipo de Ocean Viking Nick Romaniuk sabe cuán terribles son las condiciones a bordo del barco. "Han pasado por dificultades terribles durante su viaje inicial por tierra. Su tiempo que pasaron en Libia, estamos escuchando historias atroces de sufrimiento humano y, por lo tanto, la gente necesita ser desembarcada lo antes posible”, detallan los medios de comunicación comunitarios.
(Viernes 16 de agosto de 2019)