Trump está en serios problemas. A pesar de las mentiras, del discurso patriotero y de sus promesas de curas milagrosas, los hechos son tozudos: cuando había 15 casos de coronavirus, el presidente dijo que "bajarían a cero" y ahora hay un millón. También dijo que tenía la epidemia "totalmente bajo control" y ya han muerto más de 60.000 estadounidenses y otros 30 millones se han apuntado al paro. Quedan seis meses para las elecciones y por mucho que repita que "ha hecho un gran trabajo", el coronavirus amenaza con llevárselo por delante sin siquiera infectarlo. Pero tiene un plan para evitarlo.
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