A pesar de las reiteradas recomendaciones de los organismos de salud brasileños sobre evitar el contacto social y las aglomeraciones de multitudes para impedir la propagación del coronavirus, algunas iglesias evangélicas y también las 'megaiglesias' como La Universal del Reino de Dios de Edir Macedo, la Asamblea de la Victoria de Dios en Cristo de Silas Malafaia y La Iglesia Mundial del Poder de Dios de Valdemiro Santiago, todas con miles de templos en todo el país, y cuyas sedes tienen capacidad para 10.000, 6.000 y 15.000 personas, respectivamente, permanecen abiertas y con algunos servicios completos.
Contra las recomendaciones de su propio Ministerio de Salud de suspender los cultos y las misas para evitar la aglomeración de personas, el presidente brasileño Jair Bolsonaro modificó el pasado jueves un decreto e incluyó tales eventos en la lista de actividades esenciales durante el estado de calamidad pública.