Arabia Saudí anunció una reducción de la producción de la petrolera estatal Aramco, la principal del mundo, en un 50% tras el ataque de los rebeldes hutíes yemeníes contra dos de sus refinerías, aunque ha asegurado que cubrirá la demanda de sus clientes con inventarios.
Además del impacto en la economía y los suministros de crudo, el ataque, con diez aviones no tripulados, ha dejado una profunda huella política, con EE.UU. responsabilizando a Irán, que respalda a los hutíes, y Riad asegurando que tiene la "voluntad y la capacidad" de responder a la agresión.
Al filo de la medianoche, casi 20 horas después del ataque, el nuevo ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, ha tenido que salir, a pocos días de asumir el puesto, a reconocer que Aramco ha detenido su producción en unos 5,7 millones de barriles o cerca del 50 %.
Leer más: La mayor petrolera del mundo opera al 50 % por un ataque hutí en Arabia Saudí