La imagen de los cerros iluminados en la bahía de Valparaíso quedó grabada en la memoria de los refugiados españoles a bordo del Winnipeg la noche de su llegada a Chile. No podían entender por qué había luces tan arriba, como si fueran estrellas. Lo comprendieron la mañana siguiente, el 3 de septiembre de 1939, hace 80 años, cuando vieron por primera vez el puerto con luz de día. "Llegamos a las tres de la madrugada y toda la bahía estaba iluminada, lo que para nosotros fue una maravilla, porque pensábamos que íbamos a llegar a un puerto pequeño".