La defensa del derecho internacional y de los derechos humanos de los palestinos suele ser respondida por Israel con ataques y tergiversaciones. La más habitual de ellas es identificar esa defensa con un apoyo a Hamás. Lo han sufrido recientemente diplomáticos, portavoces de Naciones Unidas e incluso el propio Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, cuando en plena masacre en Gaza expresaban la mínima condena.
Ahora les ha tocado el turno al primer ministro belga Alexander De Croo y al presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, tras haber viajado a Israel y Egipto y haber dicho que la ley internacional debe ser respetada, que es "completamente inaceptable" la matanza "indiscriminada" de civiles, que no hay solución militar para el conflicto y que es preciso un alto el fuego definitivo.
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