El balance económico de 2022 del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza aporta una novedad con respecto a las cuentas que la dirección debe publicar anualmente: los 6,5 millones de euros del alquiler de la colección de Carmen Cervera que se imputan en los gastos de la actividad de la institución pública. Es la partida que mayor gasto genera en el centro, por delante de la seguridad, la limpieza, la conservación, los transportes de exposiciones temporales, la factura del gas y de la electricidad (que se ha duplicado), etc.