El pasado mes de octubre, María Sonia Cristoff ganó un galardón literario que le proporcionó un salario mensual vitalicio para que pueda dedicarse a escribir sin tener que compaginarlo con otros trabajos. Como el tan conocido sueldo para toda la vida de esa marca de café soluble con el que fantasean miles de personas, pero destinado a literatos que no pagan sus facturas con las ventas de sus libros. Es decir, la mayoría de los que conforman el gremio. Últimamente, esta escritora argentina conciliaba su carrera literaria con la enseñanza de escritura en la Universidad.
Leer más: 'Derroche', la carta de renuncia al trabajo de María Sonia Cristoff