Cuando ya no sea posible dar marcha atrás y el aliento huela a mentira, lo mejor es deshilachar las notas de una vida entregada al absurdo de vivir para trabajar. Sin duda, el jazz es la mecha que te puede empujar a dejarlo todo
Puedo imaginarme a Chet Baker afinando su trompeta a ciegas con las primeras notas de Almost Blue, la canción que le tomó prestada a Elvis Costello para hacerse un traje a medida. También puedo imaginar a Charlie Parker buscándose la vena, mientras en su cabeza el pájaro de la inspiración picotea una línea melódica de Stravinski.