Una nueva línea roja en el calendario: el 31 de diciembre de 2023. Es el 'deadline' que se han marcado los ministros de Economía de la UE para tener aprobadas las reglas fiscales. Hay consenso en que Bruselas dará margen a los países para establecer sus trayectorias de reducción de déficit y deuda pública siempre con el objetivo de que el primero esté por debajo del 3% del PIB y la segunda, del 60%; pero a cambio la intención es que los expedientes por incumplimiento sean efectivos dado que con las normas vigentes -suspendidas en 2020 por la pandemia- no fue sancionado ningún país.
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