"Un cambio de enfoque histórico", "un carril muy diferente a hace cinco años", "un punto de inflexión". La izquierda parlamentaria ha mostrado este miércoles en el Congreso las primeras muestras de apoyo a la reforma de pensiones que el Gobierno acaba de pactar a nivel interno y con los sindicatos mayoritarios por suponer un cambio de perspectiva para garantizar las pensiones públicas a través de un refuerzo de los ingresos en lugar de con recortes en el gasto. La derecha por su parte ha rechazado la propuesta del Ejecutivo, que dicen que es insostenible, pese al visto bueno de Bruselas.