"El capitalismo estadounidense se está desmoronando ante nuestros ojos". La frase es de Ken Griffin, responsable y fundador del fondo Citadel. Griffin, que es uno de los mayores tiburones de Wall Street, conocido por sus políticas de comercialización de derivados financieros o por sus apuestas a la caída del valor de empresas, protestaba de esta manera ante la decisión de las autoridades estadounidenses de proteger a los depositantes del Silicon Valley Bank y de otras entidades en apuros. El inversor, que en la crisis de 2008 bordeó el colapso, se lanzaba contra la actuación del Estado.