Muchos hondureños cumplen con las medidas de seguridad para no contraer el coronavirus al momento de acudir a supermercados, ferreterías, farmacias o ir al banco, lo que contrasta con la indiferencia de otros en mercados populares, donde abundan compradores sin ningún tipo de protección.
La mayoría de clientes prefiere ir a esos negocios antes del mediodía, lo que provoca largas filas, por lo general bajo un inclemente sol, o en un ambiente denso y gris por una capa de humo que cubre el cielo de Tegucigalpa en estos días a causa de incendios forestales.
En estos sitios, Efe ha podido constatar en varias ocasiones que todo va en orden, desde el ingreso, donde los clientes tienen que mostrar un documento de identificación para verificar el último dígito.
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