Kiev, Moscú, Pekín y Washington. Son los destinos de la denominada ‘misión de paz’ que ha emprendido el polémico primer ministro de Hungría, el ultra Viktor Orbán, coincidiendo con el arranque de la presidencia del Consejo de la UE. Las reuniones con Vladímir Putin y Xi Jinping han generado un profundo malestar en el club comunitario que ha derivado en reprimendas tanto en público como en privado al Gobierno de Budapest. En menos de diez días, la tensión es máxima y algunas capitales plantean tomar medidas por lo que consideran que es un uso inadecuado de la presidencia rotatoria del Consejo.
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