El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retomó hoy su beligerante campaña electoral pese a los crecientes contagios de coronavirus en el país con un mitin en el que cargó contra el "extremismo radical" de los demócratas y en el que además, admitió haber ordenado reducir los test de la enfermedad para que hubiera menos casos.
"Los demócratas quieren llenar los tribunales de extremistas", afirmó Trump en el primero de sus actos electorales celebrado en Tulsa (Oklahoma), una de las capitales mundiales del petróleo y que se ha visto duramente impactada por el desplome de los precios de crudo, tras varios meses de parón debido a la pandemia de COVID-19.