La cadena del suministro de comida, y especialmente el de carne en EE.UU., está mostrando signos de debilidad con el cierre de plantas procesadoras, como la de la empresa cárnica JBS en Greeley (Colorado), donde un trabajador hispano de 78 años ha perdido la vida por el coronavirus.
La Consumer Brands Association (CBA), el grupo que aglutina a las compañías alimenticias de EE.UU., ha hecho sonar las alarmas y este martes pidió al Gobierno que actúe para asegurarse de que los trabajadores estén protegidos y puedan seguir abasteciendo los supermercados del país.
"EE.UU. no se está quedando sin productos. Pero las estanterías vacías revelan que la cadena de suministro está bajo presión y el Gobierno y la industria deben resolverlo juntos", aseveró en Twitter el grupo, que representa entre otros a gigantes como Nestlé o Campbell Soup.
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